La administración estadounidense podría estar a punto de dar un giro radical en su política migratoria al revocar la libertad condicional de aproximadamente 530,000 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos. Según reveló un funcionario vinculado al expresidente Donald Trump a la agencia Reuters, la medida podría implementarse tan pronto como este mes. La información también fue confirmada por otra fuente con conocimiento del asunto, ambas bajo condición de anonimato debido a la sensibilidad del tema.
Deportaciones a la vista
El plan de eliminar este beneficio para los migrantes de estas nacionalidades ya había sido reportado por CBS News recientemente. Sin embargo, el alcance de la decisión podría ir más allá. Según los informes, también se contempla revocar los permisos de 240,000 ucranianos que ingresaron a EE.UU. tras el inicio de la guerra con Rusia, dejándolos vulnerables a una deportación acelerada.
Esta acción supondría un cambio drástico en la postura humanitaria que había adoptado la administración de Joe Biden. De hecho, según la agencia Reuters, la decisión ya estaba sobre la mesa antes de la reciente conversación entre Trump y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
Migrantes en riesgo de expulsión rápida
De aprobarse esta medida, los afectados podrían quedar expuestos a procesos de deportación expeditos. Según un correo interno del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), visto por Reuters, quienes cruzaron la frontera de manera irregular pueden ser sometidos a «expulsión acelerada» hasta dos años después de su llegada.
Sin embargo, hay un dato clave: los migrantes que ingresaron legalmente mediante puertos de entrada bajo libertad condicional, pero sin una «admisión» formal en EE.UU., no tienen límite de tiempo para ser deportados. Esto los deja en un limbo migratorio y a merced de nuevas políticas restrictivas.
Trump busca eliminar los programas humanitarios
El pasado 20 de enero, Trump firmó una orden ejecutiva en la que instruyó al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a «terminar todos los programas categóricos de libertad condicional». Esto afectaría no solo a los cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, sino también a 240,000 ucranianos, 70,000 afganos y más de un millón de personas que han ingresado legalmente con la aplicación CBP One o programas de reunificación familiar.
Los programas implementados por Biden fueron diseñados para desincentivar la inmigración irregular ofreciendo vías legales temporales. Pero con esta nueva política, los beneficiarios de la libertad condicional CHNV podrían perder su estatus y ser colocados en procedimientos de deportación si no han solicitado o recibido otro beneficio migratorio como asilo, una residencia permanente o el Estatus de Protección Temporal (TPS).