Lo que debía ser un acto solemne de despedida se convirtió en una pesadilla para una familia cubana, cuando al acudir al cementerio para exhumar los restos de su madre, descubrieron que habían desaparecido sin dejar rastro.
Una desaparición inexplicable
Yoandra Ávila, residente en Holguín, compartió su dolor en redes sociales, describiendo la angustia vivida junto a sus familiares. «Fuimos al cementerio a sacar los restos de mi madre y mira en las condiciones que encontramos aquello allí», escribió en Facebook, acompañando sus palabras con imágenes del sitio en un estado deplorable, con ataúdes viejos tirados por todas partes.
Sin embargo, lo peor llegó cuando el personal del cementerio no supo dar ninguna explicación sobre el paradero de los restos. «Nos dijeron que tuviéramos calma, que iban a aparecer, nos tomaron el número de teléfono y que nos iban a llamar, pero nunca nos dieron una respuesta convincente», relató Ávila.
Entre el desorden, encontró un gorro idéntico al que llevaba su madre cuando fue enterrada. En un principio le aseguraron que era solo una coincidencia, pero cuando intentó recuperarlo más tarde para presentar una denuncia, ya había desaparecido y todo el reguero en el lugar había sido recogido.
«No voy a parar hasta saber la verdad»
Consternada, Ávila expresó su indignación: «Este es un dolor grande para mí y mi familia. Hay que tomar medidas, estas cosas no pueden seguir pasando. Somos seres humanos y merecemos respeto».
Su denuncia desató una ola de testimonios de otros cubanos que han vivido experiencias similares. Una de las historias más impactantes fue la de Susell Buitrago Santiesteban, quien aseguró haber visto a un sepulturero vendiendo huesos en plena luz del día. En su momento, intentó denunciarlo, aportando incluso la matrícula del vehículo de la persona que los compraba, pero lejos de investigar, las autoridades minimizaron su testimonio y lo ridiculizaron en un medio oficialista.
Tania Infante González también reveló una experiencia desgarradora cuando descubrió que los restos de su hermano fueron metidos en un saco sin previo aviso a la familia. Algo similar vivió Cynthia Avello, quien relató que su familia perdió el rastro de sus difuntos después de que el panteón fuera vaciado por completo sin ninguna explicación. Por su parte, Mari Sarmiento afirmó que estas irregularidades vienen ocurriendo desde hace años y que muchos han pasado por la misma pesadilla.
Ávila, sin embargo, no piensa quedarse de brazos cruzados. En respuesta a un comentario, reafirmó sus sospechas sobre lo ocurrido con los restos de su madre. «No la encuentro en ningún lado, pero en medio de aquel desastre hallé su gorro. Algo hicieron con ella, esto no tiene otra explicación. No voy a parar hasta saber la verdad».
Cementerios en Cuba: entre el abandono y la profanación
Las denuncias sobre el estado deplorable de los cementerios en Cuba han sido constantes en los últimos años. En Las Tunas, por ejemplo, la indignación se apoderó de los vecinos cuando varios cráneos aparecieron en plena calle, cerca del cementerio local, sin que ninguna autoridad ofreciera una explicación clara. En Matanzas, el deterioro y la inseguridad han llevado a que algunas familias consideren exhumar los restos de sus seres queridos por temor a que sean robados. En Sancti Spíritus, se han reportado profanaciones en los panteones donde los ladrones sustraen osamentas, mientras que en Bayamo, la negligencia de las autoridades ha dejado restos humanos expuestos a la vista de todos, generando horror entre los visitantes.
Estos hechos evidencian no solo el abandono de los cementerios en Cuba, sino también el total irrespeto por los difuntos y sus familias. Mientras las autoridades miran hacia otro lado, el pueblo sigue denunciando y exigiendo respuestas que nunca llegan.
