En medio de una grave crisis agrícola y económica, el régimen cubano ha anunciado una nueva medida que busca reactivar el sector agropecuario: otorgar tierras en usufructo a empresas y personas extranjeras con residencia permanente en la isla. Esta iniciativa forma parte de un anteproyecto de Ley de Propiedad, Posesión y Uso de la Tierra, presentado por el Ministerio de Agricultura (Minag) este martes.
¿Qué propone el anteproyecto?
El anteproyecto, compuesto por 60 cuartillas, tiene como objetivo principal fomentar el incremento de la producción agropecuaria y reconocer a “todos los actores económicos”, incluyendo a extranjeros residentes en Cuba. Según explicó Mayra Cruz, directora jurídica del Minag, la nueva normativa busca llenar un vacío legal que hasta ahora impedía a las empresas y personas extranjeras acceder directamente a tierras en usufructo.
“El actual decreto ley sobre la entrega de tierras en usufructo no menciona a las personas jurídicas extranjeras en ninguna modalidad. ¿Cómo se ha resuelto hasta ahora? A partir de la Constitución, pero con un vacío legal”, indicó Cruz durante una conferencia de prensa.
Un precedente reciente
Esta no es la primera vez que Cuba otorga tierras a empresas extranjeras, pero hasta ahora se hacía sin un marco legal claro. En enero pasado, una empresa vietnamita se convirtió en la primera firma foránea en recibir tierras para cultivo desde 1959. La compañía obtuvo 308 hectáreas en una granja al sur de la provincia de Pinar del Río para la siembra de arroz.
Beneficios para extranjeros residentes
La nueva legislación también busca solucionar un problema común entre extranjeros residentes en la isla que desean acceder a tierras en usufructo pero han tenido que solicitarlo a través de familiares cubanos. “Conocemos muchos casos de extranjeros que viven en el país y que se interesan por el acceso a esta posibilidad. Hasta ahora, han tenido que recurrir a sus esposas, hijos u otros familiares cubanos para obtener las tierras. Esta propuesta permitirá que puedan adquirirlas directamente a su nombre, al igual que sucede con otros bienes como carros y viviendas”, explicó Cruz.
Un contexto crítico
La medida llega en un momento de profunda crisis económica para Cuba, agravada por la pandemia de covid-19, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y los fallos en la política económica interna. La isla enfrenta una escasez severa de alimentos, medicinas, combustibles y efectivo, además de una inflación descontrolada, apagones prolongados y una creciente dolarización de la economía.
El anteproyecto será sometido a discusión hasta el 1 de mayo y posteriormente presentado a la Asamblea Nacional del Poder Popular para su aprobación en diciembre. Si se implementa, esta medida podría marcar un antes y un después en la política agraria cubana, abriendo las puertas a inversiones extranjeras que podrían ayudar a reactivar el sector agrícola.