Lo que empezó como una simple multa de tránsito en La Habana terminó en un escándalo en redes sociales y el arresto de un conductor cubano. Pablo Miguel, quien manejaba su almendrón y llevaba a dos pasajeros, fue detenido este sábado tras denunciar en vivo el abuso de la policía. ¿Su «delito»? Haber expresado su indignación en Facebook tras recibir una sanción de 8,000 pesos.
📹 La multa que se hizo viral
El viernes pasado, Pablo Miguel grabó el momento exacto en que dos agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), un hombre y una mujer, le imponían la multa. Durante la transmisión en vivo, el conductor dejó claro que no estaba de acuerdo con la sanción, ya que, según él, no había violado ninguna ley.
El motivo de la multa: estar «boteando» sin licencia. Es decir, transportar pasajeros en su auto particular sin la autorización oficial. Pero Pablo Miguel no se quedó callado y cuestionó el procedimiento. «Te paran y te piden el papel de boteo como si ellos fueran inspectores, las patrullas no están para eso», protestó.
🚔 De una citación a una acusación de desacato
Lo que parecía una simple queja en redes sociales tomó un giro inesperado. Pablo Miguel contó en su perfil de Facebook que este sábado acudió a la estación policial de Zapata y C para una «entrevista». Sin embargo, al llegar, le notificaron que estaba acusado de desacato.
Su detención generó una ola de apoyo en redes sociales. Decenas de personas dejaron mensajes de ánimo y le pidieron mantener la calma. «Serenidad e inteligencia, recuerda que tu familia te espera», le aconsejó una seguidora.
💸 Gasolina cara y multas cuestionables
Más allá del caso de Pablo Miguel, su denuncia refleja una problemática que afecta a muchos conductores en Cuba. Con la crisis del transporte público, los particulares intentan suplir la demanda, pero enfrentan estrictas regulaciones y multas excesivas.
«La gasolina está a precio de oro. Ahora tienes que andar en tu carro vacío cuando uno paga el petróleo a 1,10 dólares», criticó Pablo en su transmisión.
Mientras tanto, las autoridades han intensificado los controles sobre los autos de alquiler privados, mientras las colas para tomar un ómnibus siguen interminables y los precios del transporte no dejan de subir.
Por ahora, Pablo Miguel sigue detenido y su caso «en proceso». Pero su historia ha vuelto a poner en la mesa el debate sobre las restricciones y el alto costo de moverse en Cuba. 🚗💨