Este sábado, el régimen cubano organizó una “bicicletada antimperialista” en La Habana, un evento que, según las autoridades, buscaba demostrar la “fortaleza ideológica” de los jóvenes y conmemorar el reinicio de la “Guerra necesaria”, ocurrida el 24 de febrero de 1895. Sin embargo, este acto se llevó a cabo en un contexto marcado por el cuestionamiento a la gestión gubernamental de la crisis económica y energética que afecta al país.
¿Qué pasó en la bicicletada?
Según el diario oficialista Tribuna de La Habana, estudiantes de la Federación Estudiantil de la Enseñanza Media (FEEM) y de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) participaron en este acto de “reafirmación revolucionaria”. Los jóvenes partieron del Torreón de la Chorrera, en el municipio de Playa, hasta el Parque Maceo, en Centro Habana. Al llegar, recibieron una réplica del machete de Antonio Maceo y Grajales, de manos del coronel de la reserva Andrés Cobieda, vicepresidente de la Asociación de Combatientes de La Habana.
Adriana Amores Moreno, secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI), declaró: “Estamos aquí como parte de una convocatoria de la UJC, la FEEM, las Universidades y la población habanera. Nosotros, como jóvenes, con el apoyo de representantes de las generaciones que nos preceden, demostramos la continuidad del pensamiento antimperialista de Martí, Maceo y Fidel”.
¿Una estrategia de propaganda?
Este tipo de convocatorias no son nuevas. Forman parte de una estrategia política de movilización y propaganda, con el objetivo de reforzar el discurso oficial y generar cohesión entre sus seguidores. La semana pasada, por ejemplo, el gobierno de Guantánamo llevó a cabo una Tribuna Antimperialista, estructurada en tres bloques temáticos: unidad, dignidad y continuidad. Estos eventos suelen estar encabezados por dirigentes del Partido Comunista y la Central de Trabajadores de Cuba, y sirven para “reforzar la unidad de los cubanos a favor de la paz, la soberanía y el rechazo a la política injerencista y violatoria de derechos ejercida por el gobierno estadounidense”, un argumento común en la retórica oficialista.
¿Qué dice la gente?
Mientras el régimen intenta mostrar apoyo y cohesión a través de estos eventos, muchos cubanos cuestionan su utilidad en un momento en que el país enfrenta apagones prolongados, escasez de alimentos y una crisis económica sin precedentes. “¿De qué sirven estas bicicletadas si no hay luz en las casas ni comida en la mesa?”, comentó un usuario en redes sociales.