No todo está perdido. En un país donde la crisis golpea fuerte y la desesperanza crece, todavía hay gestos de humanidad que logran tocar corazones. Un hombre en Matanzas protagonizó una escena conmovedora al detener su bicicleta en plena calle para quitarse su abrigo y ponérselo a un anciano sin hogar. La imagen del momento, capturada por el periodista Arnaldo Mirabal Hernández, se ha vuelto viral en redes sociales y ha despertado una ola de emociones.
Un acto de bondad en tiempos difíciles
El hecho ocurrió en la Calle Medio, en Matanzas, un sitio donde cada vez es más común ver a personas en situación de calle. Mirabal Hernández, testigo del momento, compartió la historia en su cuenta de Facebook, destacando la importancia de la solidaridad en medio de la crisis. Pero fue la reacción del anciano lo que realmente conmovió a todos: con lágrimas en los ojos, sostuvo el abrigo entre sus manos y dijo con gratitud: “Gracias, hijo, este abrigo se muere conmigo”.
Las redes reaccionan: “Todavía hay gente con buen corazón”
Como era de esperarse, las redes sociales estallaron con mensajes de apoyo y admiración. “Todavía existen personas con buen corazón”, comentó un usuario, mientras que otros aplaudieron el gesto como una verdadera obra de amor y misericordia. Hubo quienes enviaron bendiciones al hombre que hizo la donación, mientras que otros aprovecharon para reflexionar sobre la dura realidad que vive Cuba.
Entre los comentarios también surgieron preocupaciones por el aumento alarmante de la indigencia en la isla. “Cada día hay más gente durmiendo en la calle, buscando comida en la basura… Cuba está pasando por su peor momento”, escribió un usuario. Otra persona agregó: “Nos estamos acostumbrando a ver la miseria como algo normal, y eso es lo más triste”.
La mendicidad en Cuba: una crisis que no deja de crecer
El gesto solidario de este hombre llega en un momento en que la cantidad de personas sin hogar en Cuba ha aumentado de forma alarmante. Según datos oficiales, entre 2014 y 2023 se registraron 3,690 deambulantes en la isla. Sin embargo, informes recientes indican que esta cifra se ha triplicado, impulsada por la inflación, la escasez de recursos básicos y el deterioro de la calidad de vida.
El gobierno cubano ha anunciado planes para reubicar a los mendigos en centros de protección social, pero muchos critican la poca efectividad de estas medidas. Mientras las autoridades buscan soluciones, son los ciudadanos quienes han asumido la responsabilidad de ayudar a los más necesitados.
La solidaridad sigue viva en Cuba
En los últimos meses, han surgido varias iniciativas ciudadanas para ayudar a los más vulnerables. En Sancti Spíritus, un grupo de voluntarios organizó jornadas para brindar cortes de cabello, ropa y comida a personas sin hogar. En La Habana, vecinos se unieron para alimentar a un anciano que llevaba meses viviendo en un portal.
Hace poco, una joven cubana se volvió viral al compartir un video en el que preparaba comida para ancianos en situación de calle. “Muchos llevaban días sin comer nada”, explicó en la grabación, donde se la ve repartiendo platos calientes a quienes más lo necesitan. Su acción fue tan inspiradora que cientos de personas se ofrecieron a ayudarla con donaciones.
Un recordatorio de que la bondad aún existe
En medio de tanta desesperanza, el gesto del hombre en Matanzas es una luz de esperanza. Nos recuerda que, a pesar de la crisis, la solidaridad sigue viva en el pueblo cubano. Y es que, como dijo uno de los comentarios en redes: “Si cada persona hiciera algo así por los demás, el mundo sería un lugar mejor”.