La influencer cubana Cinthya Medrano, mejor conocida como La Cintumbare, está viviendo una nueva etapa tras ser deportada de Estados Unidos. Aunque muchos pensarían que este regreso forzado la habría dejado en la tristeza, ella ha dejado claro que sigue adelante «con la cabecita arriba», como dicen los cubanos.
Desde su llegada a Cuba, ha compartido en redes sociales varios momentos de su día a día, generando todo tipo de reacciones. Algunos la apoyan por su actitud resiliente, mientras que otros critican su postura desenfadada ante lo que muchos ven como un golpe difícil de superar.
De regreso en La Habana: De la escuela a la fiesta
Este viernes, La Cintumbare publicó un video en su cuenta de Instagram @lacintumbarelapara, donde mostró parte de su rutina en Cuba. En el clip, se le ve acompañando a su hijo a la escuela, saludando a sus vecinos y recorriendo las calles de La Habana con una actitud firme y decidida.
Sin embargo, lo que más ha dado de qué hablar es lo que parece ser su nueva adquisición: un carro. En sus historias de Instagram, compartió imágenes manejando por la capital cubana, algo que llamó la atención de sus seguidores, quienes no tardaron en preguntarse cómo logró conseguir un vehículo en tan poco tiempo.
Pero su regreso no es solo responsabilidad y familia. También ha dejado claro que no piensa renunciar a la diversión. En sus redes sociales mostró una noche de fiesta en La Habana, donde bailó, disfrutó una cerveza y compartió con amigos. “No hay mal que por bien no venga”, parece ser su filosofía de vida.
La deportación que lo cambió todo
El nombre de La Cintumbare ha estado en boca de todos esta semana debido a su deportación desde EE.UU. Tras pasar varias semanas bajo custodia de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos), fue enviada de vuelta a Cuba este jueves.
Lo más llamativo de su caso es que fue parte del primer grupo de deportados bajo la administración de Donald Trump, quien recientemente retomó su política de expulsiones masivas de migrantes cubanos.
Su familia en Cuba también ha reaccionado a la noticia. Su abuela expresó en redes sociales que “son cosas de la vida que tienen que pasar”, mientras que Cinthya ha tratado de mantener una actitud optimista ante la situación.
“Perdí una batalla, pero no la guerra”
A pesar del duro golpe de ser deportada, La Cintumbare no da señales de derrota. En sus redes sociales dejó un mensaje claro: esto no es el final de su historia.
«Voy a disfrutar de mi niño y mi familia, a quienes no veía desde hace cuatro años, pero en unos días estaré con ustedes», escribió, dejando entrever que sus planes de salir de Cuba no han terminado.
Con su característica actitud desafiante, aseguró que ha perdido una batalla, pero no la guerra. Lo que esto significa en términos de su futuro aún es incierto, pero una cosa es segura: La Cintumbare no piensa quedarse de brazos cruzados.