En las calles de La Habana, donde los almendrones son tan comunes como el sol caribeño, un joven conductor identificado como Pablo Miguel se vio envuelto en un enfrentamiento con la policía. Según relató en un video transmitido en vivo por Facebook, fue multado con 8,000 pesos por transportar a dos personas sin tener la licencia de botero. El incidente ha generado un intenso debate en redes sociales, donde muchos cubanos ven esto como otro ejemplo de represión y corrupción.
“Ahora en tu carro particular, de tu casa, tú no puedes recoger a nadie en la calle ni nada”, protestó Pablo Miguel durante el video. El joven conductor cuestionó la autoridad de los agentes, afirmando que “las patrullas no están para eso”. Además, aseguró que no había violado ninguna ley de tránsito, lo que lo llevó a preguntarse: “¿Multa por qué?”.
El chofer, quien se mantuvo firme ante las amenazas de ser detenido, no dudó en calificar el sistema de multas como una “mafia”. También aprovechó para denunciar el alto costo de la gasolina en la isla: “Ahora tú tienes que andar en tu carro vacío, cuando uno compra el petróleo a 1,10 dólares para ellos”. Tras entregarle la multa, los agentes se subieron a la patrulla y se fueron a toda velocidad, dejando atrás un clima de frustración y descontento.
Reacciones en redes: Indignación y denuncias de abuso policial
El video de Pablo Miguel no tardó en volverse viral, desatando una ola de críticas en redes sociales. Muchos cubanos expresaron su indignación ante lo que consideran un abuso de autoridad y una represión sistemática contra los transportistas privados. “Que pongan guaguas y combustible, para ver si viajamos”, comentó un usuario, reflejando la frustración de una población que sufre la escasez de transporte público.
Otros no dudaron en señalar la corrupción detrás de estas multas. “Si la multa es de 8,000, tú les das 4,000 y se queda ahí. Así funciona el país, con corrupción en todos los niveles”, escribió otro internauta. Algunos incluso cuestionaron las prioridades de la policía: “¿Y por qué no se ponen para los delincuentes, los ladrones y los que venden droga en las calles?”.
A pesar de las recomendaciones de algunos usuarios de llevar el video como prueba ante la fiscalía, muchos coincidieron en que “las reclamaciones en Cuba suelen ser inútiles”. La desconfianza en las instituciones es palpable, y este caso no hace más que reforzar esa percepción.
La crisis del transporte en Cuba: ¿Quién paga el precio?
La situación del transporte en Cuba sigue siendo crítica. Con una escasez crónica de ómnibus, colas interminables y precios elevados en el sector privado, muchos cubanos dependen de los boteros para moverse. Sin embargo, la reciente ofensiva de inspectores contra irregularidades en el transporte de alquiler solo ha empeorado la crisis.
Para muchos, la represión a los boteros no es más que una forma de control y recaudación, en lugar de una solución real a los problemas de movilidad. “No tienen transporte para la población y tampoco quieren que el particular lo haga. Lo que quieren es dinero”, resumió otro usuario en redes.