Este viernes, la comunidad de Jatibonico, en Sancti Spíritus, fue sacudida por un incidente desgarrador. Un hombre diagnosticado con esquizofrenia arrojó a su sobrinita, Nathaly, desde el cuarto piso de un edificio. Afortunadamente, la pequeña sobrevivió a la caída y fue trasladada de urgencia al Hospital Provincial Pediátrico de Sancti Spíritus, donde se encuentra recibiendo atención médica y, según reportes, está fuera de peligro.
Un acto impulsivo en medio de la crisis
Testimonios de familiares cercanos indican que el joven, quien padece de esquizofrenia, perdió el control y cometió este acto de manera impulsiva. Aunque la niña se encuentra en condición estable, aún permanece en cuidados intensivos mientras los médicos monitorean su evolución.
La noticia ha conmovido a la comunidad, y decenas de cubanos se han movilizado en Facebook para brindar apoyo a la familia. Iniciativas como el proyecto «Salvando vidas» han habilitado líneas de contacto, como el teléfono 56242693, para proveer cualquier medicamento o ayuda que sea necesaria para la recuperación de Nathaly.
La crisis de salud mental en Cuba
Este trágico suceso pone en evidencia una problemática más amplia: la crisis de salud mental que enfrenta Cuba. Desde hace varios años, los pacientes con enfermedades mentales, como la esquizofrenia, sufren la escasez de medicamentos esenciales para su tratamiento. Muchas familias han denunciado que esta situación puede tornarse insostenible, especialmente cuando no cuentan con los recursos necesarios para cuidar a sus seres queridos.
Recientemente, se conoció el caso de una mujer que tuvo que construir una especie de celda en su casa para controlar a su hijo con esquizofrenia, ante la falta de medicamentos que lo ayudaran a mantener su condición bajo control. Estas historias son un reflejo de la desesperación y el abandono que enfrentan muchas familias cubanas.