La violencia en Cuba sigue cobrando víctimas, y esta vez, el dolor de una madre ha sacudido las redes sociales. Rayne Paisan Dales, un joven cantante conocido como Kamikacy, fue asesinado en La Habana el pasado 22 de febrero. Su madre, Tania Dales, ha denunciado públicamente que la policía pudo haber evitado el crimen, pero ignoró su llamado de auxilio.
Un asesinato que pudo evitarse
Según el testimonio de Tania, la tragedia ocurrió en el reparto Fraternidad, en Arroyo Naranjo, cuando su hijo fue atacado presuntamente por miembros de la familia García, conocidos en la zona como Los Cachita.
Lo más indignante del caso es que horas antes del asesinato, ella misma acudió a la policía para alertar sobre el peligro que corría su hijo. Sin embargo, las autoridades no hicieron nada, excusándose en la falta de gasolina y transporte para movilizarse.
«Fuimos a la policía el sábado en la mañana e hicimos la denuncia para evitar el problema y no nos hicieron caso. Dijeron que no tenían carro ni gasolina, y al final eso cobró la vida de mi hijo, mi único hijito», escribió la madre en Facebook.
Pruebas ignoradas y justicia ausente
Tras el asesinato, la familia entregó a las autoridades armas blancas como evidencia, pero hasta el momento no han recibido ninguna respuesta.
«De los culpables, hay dos bajo vigilancia policial porque están hospitalizados, pero los otros están prófugos de la justicia», denunció Tania, exigiendo que capturen a los responsables.
En su segunda publicación en redes, cuestionó la falta de acción de las autoridades: «Me pregunto qué tiempo se necesita para encontrar a alguien cuando tienen todos los datos y la información necesaria. No voy a parar hasta que se haga justicia por mi hijo».
El dolor y la indignación en redes sociales
La muerte de Rayne Paisan Dales ha generado una ola de reacciones en redes sociales. Familiares, amigos y seguidores han expresado su tristeza e indignación, exigiendo justicia.
«Nadie tiene derecho a quitarle la vida a otra persona. Que la justicia divina y el karma se ocupen de ellos», escribió un usuario.
Otro amigo del joven lamentó lo sucedido: «Muy duro lo que le hicieron, lo vimos nacer y crecer, era muy querido por todo el mundo. Siempre vivirá entre nosotros.»
¿La policía solo actúa cuando le conviene?
Uno de los aspectos más criticados del caso es la falta de respuesta de la policía ante este crimen. Muchos han señalado que, si se hubiera tratado de una manifestación contra el gobierno, las patrullas habrían llegado en minutos.
«Si fuera alguien protestando contra el régimen, la policía habría llegado en minutos, pero para esto no tienen gasolina ni patrullas», denunció una usuaria.
Otro comentario fue aún más directo: «Ahora di ‘Abajo Díaz-Canel’ y verás lo rápido que aparece un carro, gasolina y policías hasta por gusto.»
Una ola de violencia imparable en Cuba
El asesinato de Rayne Paisan Dales es solo un ejemplo más del creciente nivel de inseguridad en la isla. Casos recientes reflejan que los crímenes violentos se han vuelto parte de la cotidianidad en Cuba.
- En Bayamo, un ladrón amenazó a una joven con unas tijeras y le robó su celular en plena calle.
- En Granma, un chofer de guagua fue apuñalado hasta la muerte en un intento de robo.
- En Artemisa, una pareja fue asaltada por encapuchados en plena carretera, siendo salvada solo por la intervención de un campesino armado con un machete.
- En La Habana, un niño fue asaltado mientras iba a la escuela en San Miguel del Padrón.
Además, el feminicidio sigue siendo una tragedia en la isla. En lo que va del año, ya se han confirmado cinco asesinatos de mujeres, incluyendo el caso de Bertha y Julia Safón Álvarez, dos adultas mayores que fueron asesinadas por sus propios familiares.
El gobierno prefiere reprimir antes que proteger
Estos hechos han generado fuertes críticas contra el gobierno cubano. Muchos acusan a las autoridades de priorizar la represión política sobre la seguridad ciudadana. Mientras el régimen gasta recursos en perseguir opositores, la población vive con miedo, sabiendo que si los atacan o los matan, nadie moverá un dedo para ayudarlos.
La pregunta que queda en el aire es: ¿hasta cuándo los cubanos tendrán que vivir con miedo y sin justicia?
