En la reunión de Balance anual del Ministerio de Finanzas y Precios, el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, no se anduvo con rodeos. Con un tono de evidente descontento, reprendió a los funcionarios por la persistente alza de precios en la isla y la falta de soluciones efectivas. Marrero llamó a una revisión profunda de los mecanismos de control financiero, reconociendo que el problema de los precios “sigue con total impunidad” y que el pueblo está exigiendo respuestas.
“Les invito a que revisemos los métodos que estamos utilizando, los mecanismos de control que estamos estableciendo y pasemos a otra etapa porque el pueblo nos lo está pidiendo”, declaró Marrero. A pesar de los supuestos avances que el Ministerio asegura haber logrado en el segundo semestre de 2024, la realidad cotidiana de los cubanos sigue siendo una de escasez y precios inalcanzables.
Díaz-Canel y el control del presupuesto: ¿Transparencia o retórica?
El gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, también participó en la reunión. En su intervención, destacó la importancia de que la población conozca en qué se usa el presupuesto del país, desde lo local hasta lo nacional. “Es un objetivo que el pueblo conozca en qué se usa el presupuesto del país, porque de esa forma podría ejercer control sobre el uso del presupuesto estatal. Esa es una de las mejores vías para contrarrestar la corrupción”, afirmó.
Sin embargo, las críticas de expertos y la realidad económica de la isla sugieren que el discurso oficial está desconectado de la vida cotidiana de los cubanos. Mientras las autoridades hablan de transparencia y control, la población sigue enfrentando una crisis aguda, con precios que se disparan y salarios que no alcanzan para cubrir las necesidades básicas.
Inflación y pobreza: Una combinación explosiva
La inflación en Cuba inició el 2025 con un incremento mensual del 2,06 %, alcanzando una tasa anualizada del 27,7 %. Según el economista Pedro Monreal, la inflación ha aumentado por cinco meses consecutivos, situándose entre un 20 % y un 32 %, lo que contradice el discurso oficial de estabilidad.
El precio de los alimentos es el mayor impulsor de la inflación, reflejando la crisis agropecuaria del país. La categoría “alimentos y bebidas no alcohólicas” representó más del 50 % del alza inflacionaria en los últimos años. Además, el precio del tabaco y las bebidas alcohólicas aumentó un 22,72 %. Monreal alerta que el freno inflacionario en Cuba es la pobreza masiva, resultado de la caída del peso de los salarios en la economía. La precariedad y la pérdida de poder adquisitivo agravan la crisis de la población.
Economía y Planificación: ¿Innovación o más de lo mismo?
En la reunión de balance del Ministerio de Economía y Planificación, Díaz-Canel también regañó a los funcionarios. Insistió en la necesidad de realizar un análisis comparativo constante de la economía cubana con el contexto internacional para diseñar estrategias más coherentes. Entre esas estrategias, destacó la transformación digital y el uso de la Inteligencia Artificial para optimizar procesos en un país con una fuerza laboral decreciente.
Marrero, por su parte, subrayó la importancia de fortalecer el control de la divisa y la política de “dolarización parcial”, dejando clara cuál es la prioridad del régimen cubano. Sin embargo, estas propuestas suenan más a intentos de maquillar la realidad que a soluciones concretas. Mientras tanto, la población sigue esperando respuestas reales a problemas reales.
