Desde el pasado 20 de febrero, el servicio de transporte marítimo en la bahía de La Habana está suspendido. La razón: la rotura de la línea de eje de la embarcación «Giraldilla», la única que operaba en las últimas semanas. Eduardo Rodríguez Dávila, ministro de Transporte de Cuba, informó que actualmente se realizan trabajos de reparación, incluyendo tornería y ajustes en los bujes, la propela y otros elementos mecánicos. Se espera que la «Giraldilla» vuelva a surcar las aguas el próximo 10 de marzo.
Pero no todo son malas noticias. El mismo día de la avería, se botó la embarcación «La Coubre», que había estado en reparación durante varios meses. Inicialmente, se esperaba que su rehabilitación fuera más rápida, pero se extendió cuatro meses adicionales debido a trabajos más complejos y a las interrupciones causadas por la crisis energética del país. Entre las mejoras realizadas se incluyen la instalación de un motor nuevo, la sustitución de planchas del casco y ajustes en el sistema de seguridad. Se estima que «La Coubre» podría estar operativa a partir del 1 de marzo.
Una flota en reparación: ¿Cuándo volverá la normalidad?
La situación de la flota marítima habanera no es nueva. Según Leandro Méndez Peña, director general de la Empresa Provincial de Transporte de La Habana, otras embarcaciones como el «4to Congreso» y el remolcador ABA 3 también están en distintas fases de reparación. La «300 Aniversario», por su parte, está a la espera de financiamiento para su mantenimiento. El panorama no es alentador: de las seis embarcaciones destinadas a este servicio, solo una estaba operativa antes de la avería de la «Giraldilla».
El ministro Rodríguez Dávila había anunciado en febrero de 2024 que se esperaba la llegada de tres motores nuevos a finales de marzo, con el objetivo de incorporar una segunda lancha a finales de abril, otra en el semestre y dos más a inicios de 2025. Sin embargo, los retrasos y las interrupciones han sido una constante. Por ejemplo, en mayo de 2023, el servicio se suspendió temporalmente debido a que la hélice de la única embarcación operativa se desprendió y cayó al agua. Tras reparaciones, el servicio se reanudó el 25 de mayo con la «Giraldilla», pero los problemas persisten.
El impacto en los usuarios: Molestias y frustraciones
Las interrupciones en el servicio han generado frustración entre los usuarios que dependen de la «Lanchita de Regla» para sus desplazamientos diarios. Este medio de transporte es vital para conectar Regla, Casablanca y La Habana Vieja, y su suspensión afecta a cientos de personas que lo usan para ir al trabajo, la escuela o realizar gestiones cotidianas. Además, las condiciones meteorológicas adversas han sido otro factor que ha obligado a interrumpir el servicio en varias ocasiones, como ocurrió en noviembre de 2023, cuando las malas condiciones climáticas dificultaron la navegación en la bahía.
Los usuarios han expresado su descontento en redes sociales y medios locales, criticando la falta de mantenimiento y la lentitud en las reparaciones. “Es increíble que siempre haya problemas con las lanchas. Necesitamos un servicio confiable”, comentó un usuario en Facebook. “Esto afecta nuestra vida diaria y nadie parece tomar medidas serias para solucionarlo”, agregó otro.
