El pasado mes de febrero, una tragedia familiar sacudió a Guanabacoa, en La Habana, y dejó a un joven padre luchando por sacar adelante a sus dos hijos pequeños. Doraima García Moroña, de 25 años, y su hija de cinco, Nashlyn Salet Hernández García, fallecieron tras ingerir sal de nitro por error en su hogar. Ahora, el esposo y padre de las víctimas enfrenta la vida con sus dos hijos menores, en medio de una crisis económica que complica aún más su situación.
Un llamado a la solidaridad
Desesperado por mantener a su familia, el joven padre buscó ayuda en Lino Tomasen, conocido como “El Hombre de Hierro Cubano”, un exboxeador que lidera campañas solidarias para apoyar a personas en situaciones vulnerables. En un video compartido en redes sociales, se ve al hombre cargando tres sacos llenos de latas desechables en su bicicleta, un trabajo de reciclaje que le permite ganar algo de dinero, aunque insuficiente para cubrir las necesidades de sus hijos.
En otro clip, el padre apela a la solidaridad de Tomasen y de quienes puedan ayudarle. Sentado a su lado está su hijo pequeño, mientras carga en brazos a su bebé de menos de un año, la única que logró sobrevivir al fatal envenenamiento.
La ayuda llega, pero el dolor persiste
Tomasen no tardó en responder. Este domingo, visitó al padre y sus hijos en su humilde hogar de Guanabacoa, rodeado de vecinos. El exboxeador le entregó 1,000 pesos en efectivo y alimentos por un valor de 10,000 pesos, comprados con sus propios recursos. En una publicación en Facebook, Tomasen expresó lo “triste” que fue ver a un hombre que perdió a su esposa y ahora debe cuidar solo de sus hijos. Agradeció a Dios por permitirle ayudar a esta familia y a otras en necesidad.
A este gesto se sumó Eduardo Suárez, un cubano residente en Estados Unidos, quien también hizo un donativo al joven padre.
¿Qué pasó realmente?
El 15 de febrero, Doraima y Nashlyn fallecieron en el policlínico de Guanabacoa tras consumir alimentos preparados con sal de nitro, confundida con sal común. La bebé del matrimonio, que aún era amamantada, fue hospitalizada en terapia intensiva pero logró recuperarse. Otros dos adultos, la madre de Doraima y un tío, también resultaron intoxicados y fueron ingresados.
Inicialmente, el tío de 74 años declaró que había comprado la sal de nitro en la calle Compostela, en La Habana Vieja. Sin embargo, la policía descartó que la sustancia tóxica proviniera del mercado informal. Según una publicación en la página de Facebook “Héroes de Azul en Cuba”, el tío, quien trabaja como recolector de materias primas, encontró un paquete de sal de nitro y lo confundió con sal común, llevándolo a casa sin saber el peligro que representaba.
La sal de nitro: Un peligro invisible
La sal de nitro, o nitrato de potasio, es un compuesto químico usado en la conservación de alimentos, especialmente en el curado de carnes. Aunque tiene propiedades bactericidas, su consumo en cantidades no controladas puede ser altamente tóxico, causando intoxicaciones graves e incluso la muerte.
Este caso ha puesto en evidencia un problema mayor: la escasez de sal en Cuba, que ha obligado a muchas familias a recurrir al mercado informal o a tiendas de mipymes, donde un paquete de sal puede costar más de 500 pesos.