En el corazón del barrio de Luyanó, en el municipio 10 de Octubre, una familia vive hoy el peor de los dolores. Jonathan, un niño de apenas 11 años, perdió la vida en un trágico accidente que ha dejado a toda una comunidad en shock. Conocido cariñosamente como “Papito”, este pequeño era el orgullo de sus padres, Roly y Yami, quienes siempre cuidaron de él con todo el amor del mundo.
El día que todo cambió
Ayer, después del mediodía, Jonathan regresaba de su escuela cuando una fuerte lluvia lo sorprendió en una zona conocida por sus inundaciones históricas: las inmediaciones de Concha, Vía Blanca y la calle Villanueva, cerca del Hospital Miguel Enríquez (La Benéfica), donde trabaja su padre. En cuestión de segundos, el niño se vio atrapado en una situación que nadie pudo prever.
Mientras intentaba cruzar la calle inundada, Jonathan fue succionado bruscamente por una alcantarilla. El hecho quedó registrado en un video filmado por una mujer que captaba la escena de la inundación. En las imágenes, se ve al niño caminando y, de repente, desaparecer bajo el agua en un abrir y cerrar de ojos. La persona que grababa no se percató de lo ocurrido, pero otros testigos lo vieron todo.
La desesperada búsqueda
Desde entonces, brigadas de rescate y salvamento han estado trabajando sin descanso para encontrar el cuerpo de Jonathan. Las alcantarillas de la zona tienen múltiples trayectorias, pero todas desembocan en la bahía de La Habana, lo que complica aún más la búsqueda.
Sus padres, devastados, identificaron a Jonathan en el video gracias a su ropa y silueta. “Papito”, como lo llamaban con cariño, no regresó a casa esa tarde, y hoy su ausencia es un vacío imposible de llenar.
Un llamado a la reflexión
Esta tragedia nos recuerda lo frágil que puede ser la vida y cómo, en un instante, todo puede cambiar. Aunque los padres de Jonathan hicieron todo lo posible por cuidarlo, hay situaciones que desbordan cualquier precaución. Las inundaciones en La Habana son un problema recurrente, y este caso pone en evidencia la necesidad de mejorar la infraestructura y tomar medidas preventivas para evitar más desgracias.
Mis más sentidas condolencias
A la familia de Jonathan, mis más sentidas condolencias. No hay palabras que puedan aliviar el dolor de perder a un hijo, pero espero que encuentren consuelo en el amor y el apoyo de quienes los rodean. “Papito” se ha convertido en luz, y aunque su partida es dolorosa, su recuerdo brillará siempre en los corazones de quienes lo conocieron.