Mientras Cuba enfrenta una de sus peores crisis energéticas y económicas en décadas, con apagones que superan las 20 horas diarias en algunas provincias, La Habana se viste de gala para recibir la vigésimo quinta edición del Festival del Habano. Este evento, que celebra la exclusividad del tabaco cubano, ha generado una ola de críticas en redes sociales, donde muchos cubanos expresan su indignación por lo que consideran una desconexión total del gobierno con la realidad del pueblo.
Un festival de lujo en un país a oscuras
Según Cubadebate, el Festival del Habano reúne a más de 1,300 participantes de 70 países y se lleva a cabo en el Palacio de Convenciones de La Habana hasta el 28 de febrero. Organizado por Habanos S.A., el evento incluye visitas a plantaciones en Pinar del Río, recorridos por fábricas, conferencias y una feria comercial con 80 expositores internacionales.
Sin embargo, este despliegue de lujo contrasta fuertemente con la realidad que vive el país. Mientras los invitados disfrutan de cohibas y habanos, gran parte de la población cubana enfrenta escasez de alimentos, falta de medicamentos, inflación galopante y apagones interminables.
Críticas en redes sociales: ¿A dónde va el dinero?
En plataformas como Facebook y Twitter, los cubanos no han tardado en expresar su malestar. Uno de los comentarios más recurrentes es el cuestionamiento sobre el destino de los millones de dólares que genera Habanos S.A., que en 2024 reportó ventas por 721 millones de euros. Aunque el gobierno asegura que los fondos de la Subasta de Humidores se destinan al sistema de salud pública, la realidad en los hospitales cubanos no refleja mejoras.
“El festival del habano del cubano es la caja de cigarro a 1000 pesos y el tabaco a 130”, comentó un usuario, reflejando la frustración de muchos. Otro añadió: “Señores, hay que tener la cara dura. Un país apagado y ellos de festival”.
Algunos se preguntan cómo es posible que “el dinero de los habanos no se use ni para comprar un tornillo para las termoeléctricas”. Otro usuario ironizó: “Ese festival es para el segundo avión privado porque en uno solo no caben tres barrigones con sus maletas de billetes”.
Desigualdad y descontento
El malestar no se limita al Festival del Habano. Recientemente, el Festival de la Salsa también generó críticas por su gran despliegue de recursos en La Habana, mientras provincias como Santiago de Cuba, Holguín y Camagüey sufrían apagones de más de 20 horas.
Además, la escasez de tabaco para el consumo local ha exacerbado la indignación. Una caja de cigarros Criollos, que oficialmente debería costar 30 CUP, se vende en la calle hasta en 500 CUP, mientras que una caja de H. Upmann alcanza los 1,500 CUP. Pese a que Tabacuba ha anunciado el sobrecumplimiento de su plan de producción, los cubanos de a pie siguen sin acceso a estos productos.
¿Dónde está el dinero?
La pregunta que resuena en las redes es clara: ¿A dónde va el dinero generado por la venta de tabaco cubano en el extranjero? Año tras año, el gobierno promete que los ingresos se destinan a la salud pública, pero los hospitales siguen en condiciones precarias.
“Camagüey con 22 horas de apagón y ellos celebrando”, denunció un usuario. Otro comparó la situación con el Titanic: “El barco se hunde y la orquesta sigue tocando”.