El transporte público en Cuba ya es una pesadilla por sí solo: ómnibus abarrotados, calor insoportable, retrasos interminables… y ahora también violencia. Lo que ocurrió en La Habana este miércoles es una muestra más del descontrol en las calles. Dos pasajeros atacaron salvajemente a un chofer, dejándolo herido y hospitalizado.
Golpes en plena ruta: ¿qué pasó en el Parque de La Fraternidad?
El incidente ocurrió alrededor de las 07:50 de la mañana en el Parque de La Fraternidad, un punto neurálgico del transporte en la capital. El chofer Santiago Fons Cuevas, que manejaba el ómnibus 339 de la línea P13, fue agredido por dos pasajeros, quienes le causaron una lesión en la cabeza.
Las razones del ataque no han sido aclaradas, pero lo que sí está claro es que la violencia en el transporte público cubano ha llegado a niveles alarmantes.
Detenciones y reacción de las autoridades
La Policía Nacional Revolucionaria (PNR) logró detener a uno de los agresores, y el caso está siendo procesado en la Unidad de la PNR de Dragones y Zulueta. Sin embargo, aún no se sabe qué pasó con el otro atacante ni qué sanción recibirán los responsables.
A la escena también llegaron el Director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Mulgoba y la Guardia Superior de la Empresa Provincial de Transporte de La Habana (EPTH), intentando manejar la situación.
Colapso del servicio: miles de pasajeros afectados
Como consecuencia del ataque, la línea P13 quedó paralizada temporalmente, dejando a miles de pasajeros varados en plena mañana. En una ciudad donde el transporte público es insuficiente, caótico y desesperante, este tipo de incidentes solo agravan el día a día de los cubanos.
La EPTH calificó la agresión como un acto ‘repudiable’, señalando que atenta contra la mejora de los servicios públicos y la calidad de vida de los ciudadanos. Pero, más allá de las condenas oficiales, el problema de fondo sigue sin resolverse.
Una Cuba cada vez más violenta
Este ataque no es un caso aislado. La violencia ha ido en aumento en toda la isla, con más robos, agresiones y desesperación en las calles. La crisis económica ha generado un ambiente de tensión constante, donde cualquier conflicto puede explotar en violencia.
Los choferes del transporte público se enfrentan cada día a condiciones extremas, desde jornadas extenuantes hasta el peligro real de ser agredidos por pasajeros frustrados. Y mientras el gobierno sigue sin ofrecer soluciones a los problemas del transporte, la inseguridad en las calles de Cuba crece sin control.