Una operación encubierta en Miami-Dade acaba de destapar un esquema fraudulento que, desde una clínica en Hialeah, se dedicaba a manipular ilegalmente a pacientes y presentar reclamaciones falsas a compañías de seguros. El resultado: tres cubanos tras las rejas y una investigación que promete revelar aún más implicados.
Arrestos y cargos: El fraude organizado sale a la luz
Tras el operativo, las autoridades detuvieron a tres individuos que ahora enfrentan serios cargos, incluyendo fraude organizado, extorsión y simulación de accidentes automovilísticos. Los sospechosos comparecieron este miércoles ante el tribunal, donde se formalizaron las acusaciones.
La cabecilla: Yisell Rojas
Entre los arrestados destaca Yisell Rojas, de 39 años, señalada como la dueña y mente maestra del esquema fraudulento. Rojas fue detenida el martes en la propia clínica, ubicada en la 900 Oeste de la Calle 49, en Hialeah. Al momento de su arresto, intentó ocultar su rostro mientras los agentes la escoltaban.
Según el informe policial, la red operaba a través de la falsificación de accidentes automovilísticos para presentar reclamaciones fraudulentas. Además, Rojas también enfrenta cargos por posesión de sustancias controladas, incluyendo cocaína, lo que agrava aún más su situación legal.
El terapeuta y el falsificador
El segundo detenido es Ofir Macías, un terapeuta de 55 años que trabajaba en la clínica y jugaba un papel clave en la validación de los supuestos tratamientos médicos derivados de los accidentes simulados. Durante su comparecencia ante la jueza, se le imputaron delitos de fraude organizado, conspiración para cometer fraude y presentación de reclamaciones fraudulentas.
Por su parte, Ivian Nieto Lazo, de 37 años, fue el tercer arrestado. La fiscalía lo señala como una pieza fundamental en la elaboración de informes falsificados que respaldaban los casos fraudulentos ante las aseguradoras.
El inicio de la caída: Un accidente sospechoso
La red de fraude comenzó a desmoronarse tras un accidente de tránsito en noviembre del año pasado. Durante la investigación del siniestro, las autoridades notaron inconsistencias en los testimonios y los documentos presentados, lo que despertó las primeras sospechas de una operación fraudulenta más grande.