Un hombre que trabajó como custodio en la Empresa de Prefabricado y Premezclado de Jovellanos, en Matanzas, fue juzgado esta semana por un supuesto delito de sabotaje a la fábrica, ocurrido hace un año. El imputado, cuyo nombre no fue revelado, enfrenta cargos en la Sala de Delitos Contra la Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de La Habana.
Los hechos que llevaron al juicio
Según el periódico Girón, el acusado trepó el muro perimetral de la fábrica y cortó cuatro cables que conectaban la pizarra a la planta dosificadora de hormigón automatizada. Este acto paralizó la producción de materiales de construcción, afectando una entrega programada para la Empresa de Telecomunicaciones (ETECSA).
El sabotaje causó pérdidas monetarias valoradas en más de 174 mil pesos, incluyendo los gastos de reparación de la tecnología y lo que se dejó de fabricar. Además, la interrupción de la producción afectó el salario de los trabajadores del centro.
La postura de la Fiscalía
La Fiscalía de Matanzas argumentó que este tipo de delitos tienen una alta lesividad tanto para la economía cubana como para la familiar, debido al impacto en distintos niveles. «Urge tomar en cuenta, además, que se realizó en un momento en el cual el país encara una lucha sostenida por reimpulsar la economía, con escasez de recursos y una apuesta constante al desarrollo en pequeños y medianos enclaves como, por ejemplo, esta industria ubicada en Jovellanos», recalcó la fiscal.
La sanción que podría enfrentar
El Código Penal cubano establece para el delito de sabotaje una sanción de siete a 15 años de privación de libertad. Esta pena aplica para quienes, a sabiendas de que pueden impedir u obstaculizar el normal funcionamiento, destruyan, alteren, dañen o perjudiquen medios, recursos, edificaciones, sistemas, instalaciones o unidades socioeconómicas o militares.
El juicio quedó concluso para sentencia, y se espera que en los próximos días se conozca el veredicto final.