La noche de este martes fue todo menos tranquila en el municipio de Habana del Este. La Policía cubana desplegó un operativo antidrogas que terminó con la detención de varios ciudadanos por presunta tenencia de sustancias ilícitas y medicamentos controlados. El movimiento, que pone de manifiesto la creciente preocupación por el narcotráfico en la capital, ha dado mucho de qué hablar.
Una ofensiva que no se detiene
Según el perfil «La Página de Mauro Torres 2.0», conocido por sus conexiones con el Ministerio del Interior (MININT), este operativo es parte de una ofensiva mayor contra el narcotráfico en La Habana. La noticia no tardó en ganar tracción, especialmente después de que la página «Hola Habana» amplificara la información en sus redes sociales. Las autoridades, por su parte, han hecho un llamado claro a la población: denunciar cualquier actividad sospechosa relacionada con el consumo o venta de drogas.
Imágenes que hablan por sí solas
Las redes sociales estallaron con imágenes del operativo, mostrando a agentes del MININT en plena faena: deteniendo a sospechosos en la vía pública y recopilando evidencias en el lugar de los hechos. Según las fuentes oficiales, estas acciones forman parte de una «ofensiva decidida» para frenar el consumo y la venta de estupefacientes, un problema que ha ido en aumento en los últimos años.
Un patrón que se repite
Este no es un caso aislado. Operativos similares se han llevado a cabo recientemente en Marianao y Guanabacoa, dos municipios donde la Policía ha intensificado su lucha contra el narcotráfico. Tan solo el lunes, un operativo en la Quinta Corona del reparto D’Beche de Guanabacoa concluyó con la detención de dos sospechosos, sumándose a la lista creciente de intervenciones.
Prevención y enfrentamiento: la estrategia oficial
El perfil «Héroes de Azul en Cuba» también informó que estos operativos forman parte de un «intenso ejercicio de prevención y enfrentamiento» al consumo de drogas, destacando la colaboración entre la policía, el MININT y la comunidad. Más allá de desmantelar puntos de venta, también se busca ofrecer apoyo a los jóvenes en riesgo, un enfoque que intenta atacar el problema desde la raíz.
Un fenómeno que preocupa
La creciente ofensiva antidrogas responde a una preocupación palpable: el aumento del consumo de estupefacientes, especialmente entre los jóvenes. En Holguín, hace unas semanas, tres miembros de una familia fueron arrestados mientras intentaban trasladar paquetes del peligroso «químico» en una guagua arrendada desde La Habana. Esta droga sintética, conocida por imitar los efectos de la marihuana pero con consecuencias mucho más severas, ha puesto en alerta a las autoridades y a la sociedad.
Historias que se repiten
En Santiago de Cuba, otro operativo reciente terminó con la captura de un hombre que transportaba marihuana oculta en un equipo de música y atada a su cintura. La policía descubrió que el detenido formaba parte de una red de tráfico de drogas que operaba en la región oriental.
En Marianao, La Habana, tres personas fueron detenidas el mes pasado por la venta de «papelitos», una presentación de «el químico» que ha causado estragos en la salud de los jóvenes cubanos. Este cannabinoide sintético, altamente adictivo y peligroso, se ha convertido en una de las principales preocupaciones del Ministerio del Interior.