El estado de salud del Papa Francisco, de 88 años, se ha complicado en las últimas horas tras confirmarse que padece una neumonía bilateral, lo que ha llevado al Vaticano a calificar su situación como «compleja» en el comunicado más reciente.
Una salud frágil desde la juventud
Cabe recordar que, cuando era joven, al Sumo Pontífice le extirparon parte de un pulmón, lo que reduce su capacidad respiratoria y hace que este tipo de infecciones sean aún más delicadas.
A pesar de la gravedad del cuadro clínico, Francisco mantiene el buen ánimo y sigue adelante con algunas actividades laborales, eso sí, bajo estricta supervisión médica.
Un diagnóstico preocupante
La tomografía de tórax realizada recientemente mostró la aparición de esta neumonía bilateral, lo que ha requerido terapia farmacológica adicional, incluyendo antibóticos y cortisona. Además, esta afección ha agravado una infección polimicrobiana ya existente, desarrollada en un contexto de bronquiectasias y bronquitis asmática.
La Santa Sede ha insistido en que, «a pesar de todo, el papa Francisco está de buen humor».
Tiempo de hospitalización incierto
Hasta el momento, el Vaticano no ha indicado cuánto tiempo podría permanecer hospitalizado el pontífice, pero sí han dejado claro que el tratamiento de un cuadro tan complejo «requerirá una estancia adecuada».
Como medida preventiva, todas las audiencias papales fueron canceladas para el resto de la semana. Francisco ingresó al hospital Gemelli de Roma el pasado viernes, luego de que su bronquitis, que ya llevaba una semana afectándolo, se agravara.
Inflamación pulmonar y complicaciones respiratorias
La neumonía bilateral afecta ambos pulmones, provocando inflamación y acumulación de líquido, lo que dificulta la respiración y la absorción de oxígeno. En casos severos, los médicos advierten que puede ser necesario intubar al paciente, aunque, por ahora, el Papa no ha requerido asistencia respiratoria invasiva.
Antecedentes médicos del Pontífice
En los últimos años, Francisco ha enfrentado varios problemas de salud. En junio de 2023, fue sometido a una cirugía para extirpar tejido cicatricial intestinal y reparar una hernia abdominal. Meses antes, en marzo, también estuvo hospitalizado por una infección respiratoria que requirió antibóticos intravenosos.
Desde su juventud, los problemas respiratorios han sido una constante para el Pontífice, quien ha atravesado varios episodios similares, incluida una bronquitis prolongada durante la Semana Santa del año pasado.
Francisco no se detiene
A pesar de la recomendación de reposo absoluto, el Papa sigue adelante con algunas tareas laborales, asistido por sus secretarios personales, quienes le acercan documentos y diarios.
También ha mantenido el contacto diario con la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza, incluso desde el hospital, mostrando su preocupación por el conflicto en la región.
«Esta mañana recibió la Eucaristía y, durante la jornada, alternó el descanso con la oración y la lectura de textos. Él agradece la cercanía que siente en este momento y pide, con el corazón agradecido, que se siga rezando por él», concluyó el comunicado del Vaticano.
Entre las actividades canceladas está la audiencia jubilar prevista para este sábado y la misa del Jubileo de los Diáconos del domingo, en la que será sustituido por el cardenal Rino Fisichella, responsable del Dicasterio para la Evangelización.
Un llamado a la oración y la esperanza
La salud del papa Francisco sigue siendo una preocupación global, pero su espíritu inquebrantable y su fe profunda continúan inspirando a millones. Desde el Vaticano, el mensaje es claro: oración, paciencia y confianza en que el Pontífice superará, una vez más, este desafío.