La tranquilidad del municipio de Colón, en Matanzas, se vio brutalmente interrumpida tras la desaparición y el presunto asesinato de Esperanza Cabrera Melvin, una querida maestra de 75 años que llevaba desaparecida desde diciembre de 2024. Este martes, las autoridades cubanas detuvieron al principal sospechoso del crimen, un hecho que ha sacudido a toda la comunidad.
Un arresto inesperado
El sospechoso fue identificado como Yoandy Castro, natural del poblado Laberinto. Su captura se produjo de forma inesperada: en medio de una discusión y bajo los efectos del alcohol, Castro habría amenazado a otra persona, diciendo: «Está bueno para caerte a batazos como le hice a Esperanza». Esta escalofriante confesión en estado de ebriedad fue suficiente para que las autoridades lo pusieran bajo arresto inmediato.
La comunidad se despide de Esperanza
El caso de Esperanza fue seguido muy de cerca por los integrantes del grupo de Facebook “Desaparecidos dentro de Cuba. Somos tu voz”. Tras conocerse la noticia del arresto, cerraron la publicación de búsqueda, acompañada de un sentido mensaje: «Un ser excepcional, maestra de vocación, amada y respetada por todos los que le conocían».
A pesar del arresto, hasta el momento Yoandy Castro no ha confesado el crimen, y el paradero de los restos de Esperanza sigue siendo un misterio, manteniendo en vilo a sus seres queridos y vecinos.
Dolor y crítica social
La noticia del asesinato de Esperanza ha desatado una ola de indignación y tristeza en Colón. En redes sociales, muchos han expresado su pesar y han exigido justicia.
“Esperanza, o Espe, como cariñosamente te decíamos, al fin se hará justicia. EPD, no te merecías esa muerte«, escribió una internauta, reflejando el dolor colectivo por la pérdida de alguien que, durante décadas, fue una guía y un apoyo para generaciones de estudiantes.
Sin embargo, la tragedia también ha sacado a la luz críticas hacia el sistema penal cubano, acusado de ser laxo con los delincuentes violentos. “En Cuba los asesinos son guapos en la calle y en la prisión son corderos; los sueltan y vuelven a matar, qué asco«, denunció otra usuaria, reflejando el sentimiento de impotencia que reina entre muchos cubanos.
Un reflejo de la violencia creciente
El asesinato de Esperanza no es un caso aislado en Matanzas, una provincia que en los últimos años ha sido epicentro de varios crímenes violentos que han alarmado a la población y expuesto la vulnerabilidad de los ciudadanos.
En mayo de 2023, otro caso estremeció a la región: el asesinato de un matrimonio y su hijo de siete años en una finca de la ciudad de Matanzas, perpetrado por Víctor Luis Hozman Reyes, motivado por un robo. Aunque este crimen terminó con la condena a cadena perpetua, la sensación de inseguridad persiste.
También, en el pasado mes, tres jóvenes fueron arrestados en Cárdenas tras asaltar con violencia a un adolescente de 15 años en el Parque Martí, despojándolo de sus pertenencias. El hecho de que dos de los agresores ya tuvieran antecedentes penales ha levantado preguntas sobre la eficacia del sistema de justicia cubano.