El reguetonero cubano Yomil Hidalgo no se guardó sus opiniones y, a través de redes sociales, dejó clara su admiración por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele. En un comentario en Instagram, el artista no solo elogió al mandatario, sino que también expresó que los cubanos «sentimos envidia» por los avances que ha logrado el país centroamericano bajo su liderazgo.
Un mensaje directo y sin tapujos
Yomil no dudó en destacar cómo El Salvador ha sabido hacer «grandes obras con pocos recursos», algo que, según él, debería ser un ejemplo a seguir. En su comentario, el cantante escribió: «Los cubanos sentimos envidia ahora mismo por El Salvador, un país que después de tanta tristeza hoy sonríe y muestra al mundo que con poco se pueden hacer grandes obras para su pueblo».
Para Yomil, esta admiración no tiene que ver con ideologías o partidos políticos, sino con el amor genuino por un país y el legado que un líder puede dejar. El reguetonero aseguró que Bukele ha transformado El Salvador en un lugar más seguro y próspero, algo que, según él, muchos cubanos desearían para su propia tierra.
Una postura anticomunista bien conocida
Esta no es la primera vez que Yomil Hidalgo expresa su descontento con el sistema político cubano. A lo largo de los años, el artista ha sido crítico abierto de lo que califica como una dictadura, denunciando la censura y la represión en la isla. Su mensaje hacia Bukele refuerza su deseo de ver un cambio real en Cuba, inspirado en lo que considera un modelo de éxito en El Salvador.
El Salvador: De la violencia a la seguridad
El Salvador ha experimentado un cambio radical en los últimos años, pasando de ser uno de los países más peligrosos del mundo a posicionarse entre los más seguros, según el Informe de Seguridad Global publicado por la consultora Gallup en septiembre de 2024.
El 88% de los salvadoreños confirma esta transformación, que ha sido impulsada por las políticas de mano dura de Bukele contra las pandillas. Sin embargo, este éxito no ha estado exento de controversias. Algunos expertos y ciudadanos han expresado preocupación por el riesgo de que el país se convierta en un estado policial, especialmente después de que aproximadamente el 2% de la población haya sido encarcelada en el proceso.