El concierto del reguetonero cubano Oniel Bebeshito este sábado en el Teatro Ritz de Elizabeth, Nueva Jersey, no solo fue un espectáculo musical, sino también un escenario de tensiones políticas. Durante una pausa en la presentación, un grupo de asistentes aprovechó para expresar su descontento con el régimen cubano, coreando consignas como «Patria y Vida» y «Díaz-Canel singao».
Estas manifestaciones generaron reacciones divididas entre el público. Mientras algunos aplaudieron y se unieron a los gritos, otros intentaron silenciarlos, creando un momento incómodo en medio de lo que se promocionó como una celebración del Día del Amor y la Amistad.
El video que lo dice todo
Un video compartido en Facebook por el usuario Arroz Congrí capturó el momento en que se escucharon los gritos reivindicativos. Junto al clip, el usuario comentó: «No hay timbales ni allá ni aquí», refiriéndose a la indiferencia de parte del público hacia las manifestaciones contra el régimen cubano, tanto en Miami como en Nueva Jersey.
El concierto, que reunió a una audiencia diversa en el histórico Teatro Ritz (con capacidad para 3,000 personas), demostró una vez más que la música y la política a menudo van de la mano en la comunidad cubana en el exilio.
Bebeshito y las polémicas políticas
Esta no es la primera vez que Oniel Bebeshito se ve envuelto en controversias relacionadas con su postura política. En diciembre de 2024, tras un concierto en Miami, el boxeador Yordenis Ugás criticó a los asistentes por corear «Sufre Otaola» en lugar de abogar por la libertad de Cuba y los presos políticos.
Ugás no se mordió la lengua y expresó su decepción: «Un pueblo que odia más a un influencer que a un sistema comunista y dictadura, ese pueblo no puede ser libre». Sus palabras resonaron entre quienes esperan que los artistas y sus seguidores tomen una postura más firme contra el régimen cubano.
La prensa oficialista y Bebeshito
Por otro lado, la prensa oficialista cubana ha salido en defensa de Bebeshito, destacando su éxito en los escenarios y criticando a figuras como Alexander Otaola, a quien calificaron de «innombrable». Este apoyo mediático ha generado aún más debate sobre el papel de los artistas cubanos en el exilio y su relación con la política.