Los cubanos siguen sufriendo la pesadilla de los apagones, y este domingo la situación no fue la excepción. La Unión Eléctrica (UNE) de Cuba confirmó que el déficit de generación alcanzó los 1,480 MW, dejando a miles de personas sin electricidad durante horas.
Las predicciones fallan, los apagones aumentan
Si pensabas que el problema sería menor, te equivocas. La UNE había pronosticado que el sábado la afectación máxima sería de 1,405 MW, pero la realidad fue mucho peor: a las 6:40 p.m., el apagón ya alcanzaba los 1,735 MW, coincidiendo con la hora de mayor demanda.
Este domingo, la historia no fue diferente. El corte eléctrico comenzó a las 4:14 a.m. y no se restableció hasta las 4:08 a.m. del día siguiente. ¿Final feliz? Para nada. Solo una hora después, el apagón volvió a golpear con fuerza. A las 7:00 a.m., el déficit era de 600 MW, y al mediodía ya superaba los 900 MW.
Termoeléctricas en crisis y sin combustible
Pero el problema no es solo la demanda. La situación de las termoeléctricas en Cuba es crítica:
- Cuatro unidades de las plantas Santa Cruz, Renté y Felton están fuera de servicio por averías.
- Otros cuatro bloques en Santa Cruz, Cienfuegos y Renté están en mantenimiento.
- Las limitaciones térmicas han dejado 290 MW fuera de servicio.
Y como si esto fuera poco, la falta de combustible ha paralizado 44 centrales de generación distribuida y la central fuel de Mariel, afectando 382 MW adicionales.
¿Qué pasará en el horario pico?
Para la noche, cuando el consumo se dispara, el panorama sigue siendo desolador. Se espera una disponibilidad de solo 1,840 MW, mientras que la demanda alcanzará los 3,250 MW. En otras palabras, habrá un déficit de 1,410 MW, con una afectación estimada de 1,480 MW.
Cuba sigue a oscuras
Mientras la crisis energética se profundiza, los cubanos continúan sufriendo largas horas sin electricidad, afectando no solo la calidad de vida, sino también el funcionamiento de hospitales, escuelas y la economía en general.
¿Hasta cuándo seguirá esta situación? Esa es la gran pregunta que muchos se hacen mientras esperan, en la penumbra, que la luz vuelva… aunque sea por unas pocas horas.