En los últimos meses, el precio del carbón en Cuba se ha disparado, convirtiéndose en un artículo de lujo para muchas familias que dependen de él para cocinar. Con los constantes apagones y la falta de gas licuado, el carbón se ha vuelto una necesidad, pero su costo lo hace inalcanzable para gran parte de la población. Según un reportaje de 14yMedio, en provincias como Sancti Spíritus, un saco de carbón puede costar 800 pesos, mientras que en Cienfuegos alcanza los 1,000 CUP y en La Habana llega a los 1,500 pesos.
¿Por qué el carbón se ha vuelto tan caro?
La crisis energética en Cuba no da tregua. Con apagones que pueden durar hasta 20 horas y un suministro de gas licuado que brilla por su ausencia, las familias cubanas se ven obligadas a buscar alternativas para cocinar. El carbón, antes accesible, ahora es un «oro negro» que escasea y cuesta cada vez más. En un país donde la economía ya está al límite, este aumento de precios es un golpe duro para los hogares.
La Habana: oscura, sin gas y sin carbón
El periodista Patrick Oppmann describió en sus redes sociales cómo los apagones en La Habana han agravado la situación. «El sol se pone sobre una Habana oscurecida», escribió, destacando que la electricidad funciona de manera intermitente. «Otras partes de Cuba están en una situación aún peor», añadió. Oppmann también compartió el testimonio de una mujer del campo, quien dijo sentirse afortunada de vivir cerca de un bosque, ya que puede usar leña para cocinar. «El carbón se ha vuelto demasiado caro para comprar», lamentó.
Las Tunas: la crisis de la producción de carbón
En la provincia de Las Tunas, la situación es aún más crítica. Las Carboneras, una pequeña comunidad dedicada a la producción de carbón, ha sido prácticamente desmantelada. A pesar de la creciente demanda, la producción de carbón en esta zona está en su peor momento. La empresa municipal Agroforestal apenas cuenta con dos productores fijos, y recientemente renunciaron. Ahora dependen de trabajadores temporales que «vienen, hacen un horno y se van».
El problema de los precios y los incentivos
El pago que reciben los productores de carbón no es precisamente motivador. Aunque el precio por kilogramo subió de 4 a 15 pesos, el Estado sigue comprando el saco a solo 500 pesos, mientras que en el mercado informal se vende al triple de ese valor. Además, los productores deben aportar el saco vacío, lo que desincentiva aún más a los pocos carboneros que quedan. «Los carboneros necesitan ropa, zapatos, herramientas… No son cualquier trabajador», admitió el director de Agroforestal, reconociendo la pobreza crítica en estas comunidades.
El abandono de Las Carboneras
Las Carboneras era un poblado de apenas diez casas, pero la falta de servicios básicos ha llevado a sus habitantes a mudarse a Manatí. Con el cierre de la escuela y la bodega, el gobierno dejó a esta comunidad sin acceso a alimentos ni educación. «Los vecinos se fueron», y lo que quedó fue un pueblo fantasma, símbolo de una crisis que va más allá del carbón.
¿Hay solución a la vista?
Mientras el gobierno cubano busca soluciones temporales para la crisis energética, las familias siguen lidiando con la falta de electricidad, gas y ahora, carbón. El carbón, que antes era una solución, se ha convertido en un problema más en la larga lista de dificultades que enfrenta el pueblo cubano. Con precios que no paran de subir y una producción en declive, la pregunta que muchos se hacen es: ¿Qué sigue?