Este jueves, el régimen cubano reabrió las puertas del Mercado Infanta y Santa Marta en La Habana, ofreciendo una amplia variedad de productos alimenticios, congelados, bebidas y artículos de aseo. Sin embargo, el cambio más significativo es que ya no acepta Moneda Libremente Convertible (MLC).
¿Cómo pagar ahora?
Aunque en el pasado este mercado permitía transacciones en MLC, ahora solo se pueden usar tarjetas VISA, MasterCard, MIR y las tarjetas prepago emitidas por BANDEC, AIS, Viajero y Clásica. Esta última ofrece un incentivo del 5% de descuento en las compras, según informó Tiendas CARIBE División Habana Oeste en su publicación de Facebook.
¿Por qué el cambio?
El establecimiento, que opera en colaboración con la empresa Vima, promete «servir mejor que nunca» a sus clientes. Sin embargo, el cambio ha generado molestias entre los consumidores, ya que las tarjetas MLC, que también son recargadas desde el extranjero, ya no tienen validez en este espacio. Esto refuerza la percepción de arbitrariedad en las políticas económicas del gobierno cubano.
El contraste con otros comercios
Vale recordar que en enero se inauguró el supermercado 3ra y 70 en Playa, que solo acepta dólares en efectivo. Este local destaca por su variedad de productos, pero también por sus precios altos, que superan el salario promedio de los trabajadores cubanos, reflejando la desigualdad y la creciente dolarización en el país.
Además de estos espacios, el régimen ha autorizado más de una decena de comercios mayoristas y minoristas en divisas, ocho de ellos vinculados al sistema empresarial del MINCIN.
La dolarización avanza
En diciembre, el gobierno cubano aprobó un documento que regula la «dolarización parcial de la economía», según anunció el primer ministro Manuel Marrero Cruz durante una sesión de la Asamblea Nacional. Esta medida busca reorganizar sectores clave de la economía y controlar el impacto del mercado cambiario informal.
¿Qué sectores están incluidos?
La dolarización parcial abarca:
- Comercio mayorista y minorista en divisas aprobadas previamente.
- Pago de aranceles y servicios vinculados al comercio exterior para formas de gestión no estatal.
- Efectivo en dólares en sectores estratégicos como el turismo, Casas del Habano, farmacias, ópticas, clínicas internacionales y aeropuertos.
- Pagos en divisas a productores agropecuarios que sustituyan importaciones y a quienes fabriquen bienes exportables.
El impacto en la población
Mientras el gobierno impulsa estos comercios en su búsqueda desesperada de divisas, la población sigue enfrentando dificultades para adquirir productos básicos en moneda nacional. La dolarización ha creado una brecha económica cada vez más grande, dejando a muchos cubanos en una situación precaria.