Rusia ha exportado crudo de los Urales a Cuba en enero, utilizando el petrolero Akademik Gubkin, un buque que actualmente está bajo sanciones de Estados Unidos. Según reportes, el tanquero está surcando el Atlántico y se espera que llegue a la terminal cubana de Matanzas el 19 de febrero.
Detalles del envío
El Akademik Gubkin fue cargado el 29 de enero con 100,000 toneladas de crudo en el puerto ruso de Ust-Luga, ubicado en el mar Báltico. Aunque las plataformas de seguimiento Marine Traffic y Vesselfinder no muestran un puerto de destino específico, esta táctica es común en los envíos de combustible de Rusia a Cuba.
El buque es operado por Rosnefteflot, la división de transporte marítimo de Rosneft, la empresa petrolera estatal rusa. Esta operación forma parte de la estrategia de Moscú para diversificar sus compradores utilizando su «flota paralela» de petroleros, según datos de London Stock Exchange Group (LSEG).
Un buque en la lista negra de EE.UU.
El Akademik Gubkin fue incluido en la lista de sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE.UU. el 10 de enero de 2024. Estas sanciones forman parte de un paquete de medidas contra la industria petrolera rusa, que afectó a 183 buques, incluyendo embarcaciones de la llamada «flota en sombra».
Esta flota está compuesta por barcos utilizados para eludir restricciones internacionales en el comercio de petróleo, facilitando envíos a países que evitan sanciones occidentales.
Declive en las importaciones de crudo ruso
Según datos de LSEG, en 2024 Cuba importó aproximadamente 100,000 toneladas de crudo ruso, una cifra significativamente menor en comparación con las 200,000 toneladas de 2023 y las 600,000 toneladas de 2022. Esta disminución coincide con el embargo total de la Unión Europea al crudo ruso, implementado en diciembre de 2022, lo que ha obligado a Moscú a redirigir la mayor parte de sus exportaciones marítimas hacia Asia y otros mercados.
Turismo por petróleo y negociaciones financieras
En meses recientes, Rosneft organizó vuelos a Cuba para cientos de sus empleados, quienes visitaron la isla bajo un esquema de «turismo por petróleo» aprobado por Moscú y La Habana. Paralelamente, el embajador cubano en Rusia, Julio Antonio Garmendía, anunció a inicios de este año que ambos gobiernos estaban negociando un crédito de 60 millones de dólares para la compra de combustible ruso. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha confirmado si el acuerdo fue concretado.
El impacto de las sanciones
Las sanciones impuestas por EE.UU. buscan afectar el flujo de ingresos del Kremlin, que depende en gran medida de la exportación de hidrocarburos para financiar su invasión de Ucrania. A pesar de estas restricciones, Rusia sigue utilizando su red de petroleros sancionados para mantener sus exportaciones y reforzar sus lazos con aliados estratégicos como Cuba.
Cuba: al borde del colapso energético
Mientras tanto, Cuba enfrenta una crisis energética sin precedentes. La salida de la unidad 1 de la Termoeléctrica Felton del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) por una avería que la mantendrá fuera de servicio durante 20 días ha agravado la situación. La isla, que ya sufre de apagones constantes y escasez de combustible, está más que nunca dependiente de estos envíos de crudo ruso.
Como dicen por ahí, «en tiempos de crisis, cualquier tabla es salvavidas», y en este caso, el crudo ruso parece ser la tabla a la que Cuba se aferra. ¿Logrará la isla superar esta crisis? Solo el tiempo lo dirá, pero por ahora, la luz al final del túnel parece estar muy lejos.