SuperMax es un mercado mayorista que ha comenzado a operar en La Habana, Cuba, y que ha llamado la atención por su modelo de negocio y las características que lo rodean. Este lugar, que recientemente abrió dos tiendas en la capital cubana, se presenta como una propuesta diferente dentro del mercado local. Con ubicación en zonas bastante deterioradas de la ciudad, sus tiendas destacan por su aspecto moderno y bien cuidado, lo cual resalta aún más cuando se compara con el entorno que las rodea. Una de estas tiendas se encuentra en la calle Auditor, entre Falgueras y Santa Catalina, en el municipio del Cerro.
Acceso Exclusivo: Solo Para Algunos
A diferencia de otros comercios en Cuba, SuperMax no está abierto al público en general. El acceso está restringido a trabajadores por cuenta propia, quienes deben presentar documentación que avale su estatus para poder ingresar. Además, este mercado acepta únicamente pagos a través de transferencias internacionales, lo que significa que solo aquellos con conexiones en el exterior y la capacidad de realizar este tipo de transacciones pueden comprar en SuperMax. En un país donde las restricciones económicas son una constante, este tipo de exclusividad se convierte en un factor a considerar.
Un Enfoque Reservado
Lo curioso de la apertura de SuperMax es que ha sido realizada con una discreción total. No ha habido anuncios oficiales ni publicaciones en redes sociales. Esto sugiere que el mercado no busca atraer a una clientela masiva, sino que más bien se está enfocando en un público muy específico, con necesidades y capacidades económicas particulares. Esta estrategia de mantener un perfil bajo genera aún más misterio alrededor de la tienda y su modelo de negocio.
Un Mercado Bajo el Radar
En cuanto a la propiedad y los socios detrás de SuperMax, la información es muy limitada. Sin embargo, sabemos que los productos de la marca SuperMax han estado disponibles en Cuba desde 2006, gracias a la empresa cubana Representaciones Platino S.A., que es parte del sistema empresarial del Ministerio del Comercio Exterior. Representaciones Platino tiene su sede en Miramar, en La Habana, pero resulta curioso que una empresa dedicada a la venta de apartamentos esté ahora vinculada a un mercado mayorista en dólares. En su página de Facebook, la empresa se describe como «la puerta a las empresas extranjeras que quieren operar en Cuba», lo cual plantea preguntas sobre el tipo de relaciones comerciales que maneja.
Conexiones Internacionales
Por otro lado, SuperMax Personal Care Ibérica, S.A., una empresa española, también tiene participación en este negocio. Esta compañía, con sede en Barcelona, se dedica a la fabricación y comercialización de productos de higiene personal y cosméticos. De hecho, el representante de esta empresa en Cuba es Benjamin Pierre Gendron, quien también aparece vinculado a la Cámara de Comercio de Cuba. Aunque no hay detalles específicos sobre los propietarios o socios directos de las tiendas de SuperMax en La Habana, la conexión con empresas extranjeras y la necesidad de realizar pagos en moneda libremente convertible nos da pistas sobre el tipo de clientela a la que se dirige este negocio.
¿Quién Está Detrás de SuperMax?
Al frente de la empresa hay un perfil empresarial algo cuestionable. Benjamin Pierre Gendron, representante de SuperMax Personal Care Ibérica, S.A., ha desempeñado varios roles dentro de la compañía. En 2019, fue nombrado administrador único de esta empresa en representación de Supermax Luxembourg S.A.R.L.. Además, se encuentra en la Cámara de Comercio de Cuba, donde la empresa está registrada como una firma dedicada al comercio mayorista. Sin embargo, la información sobre su trayectoria profesional es limitada y no se sabe mucho más acerca de sus otras actividades.
Curiosidades Sobre la Empresa
La historia de SuperMax Personal Care Ibérica, S.A. no está exenta de curiosidades. La empresa fue constituida en 1997, pero sorprendentemente, la última vez que presentó cuentas ante la Hacienda pública española fue en 2015. Además, en el registro mercantil español, aparecen varios cambios de apoderados, lo que genera dudas sobre las operaciones internas de la compañía. Esta falta de transparencia es común en muchos negocios internacionales que operan en mercados como el cubano, donde la opacidad es una constante.
Lo más intrigante es que, según los datos del Boletín Oficial del Registro Mercantil, la empresa revocó de manera abrupta a varios de sus apoderados en 2016. Este tipo de movimientos, similares a los que se observan en la creación de empresas fantasma en países como Panamá, hace pensar en una gestión corporativa poco clara y poco dispuesta a dar la cara ante las autoridades.
¿Negocios Oscuros o Simple Coincidencia?
Este entramado empresarial no es algo inusual en un país como Cuba, donde muchos negocios se desarrollan bajo un manto de opacidad y sin la debida transparencia. Aunque algunas voces sugieren que esta conexión con empresas extranjeras podría ser parte de un acuerdo poco claro con el gobierno cubano, es difícil asegurar algo sin pruebas sólidas. Sin embargo, el hecho de que los principales actores detrás de SuperMax sean ciudadanos de nacionalidades como la india y la francesa, sin presencia española, genera aún más sospechas sobre las verdaderas motivaciones detrás de este negocio.
