Un video compartido en TikTok ha logrado emocionar a miles de personas. En él, un cubano llamado Noe, recién llegado a Estados Unidos, vive un momento que muchos emigrantes han experimentado: su primera compra en un supermercado lleno de productos.
El clip, grabado por su sobrino Rey (@reinaldo9303cubano), muestra a Noe empujando un carrito repleto de alimentos mientras trata de asimilar la diferencia entre la abundancia en EE.UU. y la escasez en Cuba. Su asombro es evidente y, entre risas nerviosas y lágrimas, expresa lo que muchos sienten al llegar a un país donde los estantes están llenos y la comida no es un lujo.
Entre la felicidad y la nostalgia
Desde el primer momento, Noe deja claro que está viviendo una experiencia abrumadora. “Muchacho, si no puedo con el carro este”, dice mientras intenta maniobrar su compra en el estacionamiento. Pero rápidamente, la emoción se transforma en tristeza al recordar la realidad de los suyos en Cuba.
“¿Tú ves esto? A mí se me parte el corazón en dos, pensando en la gente en Cuba, con la miseria y el hambre que hay, que no hay nada”, dice con la voz entrecortada. Sus palabras resuenan con miles de cubanos en el exilio, que saben lo que es dejar atrás a su familia en un país donde los alimentos básicos son escasos.
El trauma de la escasez sigue presente
La reacción de Noe no es única. En los comentarios, muchos cubanos compartieron experiencias similares.
- “Llevo meses aquí y todavía lloro cuando como algo que sé que le gusta a mi mamá y mi hermana”, escribió un usuario.
- “Ese es mi gran dolor cuando veo comida. ¡Qué clase de trauma nos han hecho!”, comentó otra persona.
Para los que han crecido con la escasez en la isla, ver comida en abundancia no es solo un alivio, sino también un recordatorio doloroso de lo que sus seres queridos aún sufren.
El humor cubano nunca falta
A pesar de la tristeza, Noe no pierde su espontaneidad ni su sentido del humor. En medio de la conmoción, se desorienta en el estacionamiento y bromea sobre su carrito lleno de compras:
“¿Por dónde cojo, hijo? ¿Dónde cojo ahora aquí? Me voy a tirar por el muro para arriba con todo esto”, dice, provocando la risa de su sobrino y de miles en redes sociales.
Muchos usuarios se identificaron con su reacción. “El pobre terminó atormentado, así nos ha pasado a todos cuando llegamos”, comentó alguien. Otro destacó el clásico temperamento cubano: “De la felicidad al mal genio en cinco segundos, ja, como buen cubano”.
El choque emocional de los inmigrantes
Más allá del humor, el video refleja una realidad que muchos exiliados han vivido. La primera compra en un supermercado no es solo un momento cotidiano, sino un impacto emocional fuerte.
Un usuario relató: “Cuando llegué a México y vi un Walmart por primera vez, éramos cuatro llorando delante de las neveras de carne de res”. Otros comentaron que, a pesar de la abundancia en sus nuevos países, la nostalgia por Cuba nunca desaparece.
“Cada vez que tiro algo digo: Dios, perdóname, en mi país hay tantos niños y ancianos sin nada, ni un pedacito de pan”, escribió alguien conmovido por el video.
El sacrificio del exilio
Para muchos, Noe representa el sentimiento de todos los cubanos que han tenido que dejar su tierra. “Así nos pasa a todos los cubanos, siempre estamos sufriendo la situación de Cuba”, escribió un usuario.
Otros reflexionaron sobre el impacto emocional que ha dejado la crisis en la isla:
- “El sacrificio de obtener lo poco que teníamos en Cuba le daba valor sentimental a todo”, expresó alguien.
- “A todos nos pasa igual y a las que dejamos niños en Cuba más”, comentó una madre que emigró.
- “A mí me pasó igual cuando hice mi primer mercado en España, se me partió el corazón pensando en mi Venezuela querida”, compartió un venezolano que se sintió identificado.
Un video que refleja el corazón de los exiliados
Más allá del momento emotivo, el video de Noe se ha convertido en un símbolo del dolor, la nostalgia y la esperanza de quienes han tenido que empezar de cero lejos de su país.
Su espontaneidad y sinceridad han hecho que muchos lo sigan en redes, pues no es la primera vez que protagoniza un momento viral. Aunque la emoción lo embarga, su sobrino le recuerda una gran verdad:
“Pero ya tú estás aquí”.
Ahora, con su carrito lleno de comida y el corazón dividido entre Cuba y su nueva vida en Estados Unidos, Noe empieza a descubrir un mundo de posibilidades, aunque la nostalgia siempre lo acompañe.