En un operativo que ha llamado la atención en redes sociales, diez personas fueron detenidas en relación con el robo de 150 sillas de aluminio en la Facultad de Medicina Victoria de Girón, ubicada en el municipio Playa, en La Habana. La noticia fue difundida a través de perfiles de Facebook afines al gobierno cubano, como el de Javier Gutiérrez, quien frecuentemente comparte información sobre operativos policiales en la isla.
El papel clave de las cámaras de seguridad
Según los reportes, la captura de los implicados fue posible gracias a un video de las cámaras de seguridad y a investigaciones realizadas en el barrio Querejeta-Cubanacán, en el municipio Playa. Inicialmente, la policía detuvo a tres personas vinculadas al robo, ocurrido el 29 de diciembre de 2024, pero posteriormente identificaron y arrestaron a siete más.
Más allá de las sillas: otros delitos esclarecidos
El perfil oficialista El Cubano Fiel, asociado al Ministerio del Interior, informó que la investigación no solo permitió resolver el caso de las sillas robadas, sino también esclarecer otros cuatro delitos en la zona. Actualmente, los detenidos están a disposición de los tribunales, aunque las autoridades oficiales no han emitido un comunicado formal sobre el caso.
La delincuencia en Cuba: un problema creciente
Este incidente se enmarca en un contexto de aumento de la actividad delictiva en Cuba, que ha generado preocupación entre la población. En los últimos meses, se han reportado robos en zonas urbanas y rurales, desde el hurto de piezas en un parque fotovoltaico en Matanzas hasta asaltos violentos a ancianos en Camagüey durante apagones.
En La Habana, las cámaras de seguridad han sido testigos de varios actos delictivos, mientras que la crisis económica ha llevado a algunos a cometer delitos contra establecimientos estatales. Un ejemplo reciente fue la detención de tres personas por sustraer productos de la Canasta Básica en una bodega habanera.
La población toma cartas en el asunto
Ante esta ola de delincuencia, algunos ciudadanos han optado por tomar la justicia en sus manos, capturando a los delincuentes y entregándolos a las autoridades. Esto refleja una creciente desconfianza en la eficacia de las fuerzas del orden y un clima de inseguridad que preocupa a muchos.