El gobierno cubano ha calificado de «golpe a innumerables familias» la reciente suspensión de los envíos de remesas a través de Western Union. Sin embargo, detrás de este discurso de victimismo, el régimen evita mencionar que estas remesas, en realidad, han sido un negocio lucrativo controlado por el aparato militar cubano.
La decisión de la empresa estadounidense responde directamente a las sanciones impuestas por la administración de Donald Trump, que prohibieron transacciones financieras con Orbit S.A., una entidad controlada por GAESA, el conglomerado militar que maneja buena parte de la economía cubana.
El señalamiento de Washington y la postura de La Habana
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX) no tardó en culpar a EE.UU. por la interrupción de las remesas, calificándola de «irracional». Según su comunicado, la medida es parte de la política de presión de Washington sobre la isla, sin reconocer que el verdadero problema es el control absoluto que el régimen ejerce sobre estos envíos de dinero.
Western Union, por su parte, confirmó que su retiro del mercado cubano responde a la prohibición de realizar transacciones con Orbit S.A., que no es una empresa independiente, sino un instrumento financiero del aparato militar cubano para canalizar y apropiarse de las remesas.
Orbit S.A.: Un nuevo tentáculo de GAESA
El gobierno cubano ha guardado silencio sobre los vínculos entre Orbit S.A. y GAESA, siguiendo el mismo patrón que se vio con Fincimex, otra entidad militar que en el pasado manejó remesas y fue sancionada. Lejos de ser una simple empresa gestora de envíos de dinero, Orbit S.A. es una fachada para garantizar que cada dólar enviado desde el exterior pase por las manos del régimen.
Cuando Fincimex fue sancionada, el régimen respondió creando nuevas estructuras empresariales para esquivar las restricciones. Orbit S.A. es solo la última mutación de esta estrategia, operando bajo la supervisión de CIMEX, otra subsidiaria de GAESA. Esto confirma que las remesas no son un alivio para las familias cubanas, sino un mecanismo de financiamiento del aparato militar que sostiene la dictadura.
El impacto de las sanciones y el nuevo escenario
La inclusión de Orbit S.A. en la lista de entidades restringidas fue anunciada el 31 de enero por el Departamento de Estado de EE.UU. y respaldada por el senador Marco Rubio. Esta medida forma parte de un paquete de sanciones impuestas tras el regreso de Trump a la Casa Blanca, revirtiendo flexibilizaciones de la administración de Joe Biden.
El impacto ha sido inmediato: Western Union ha suspendido nuevamente sus operaciones en la isla, afectando a miles de familias que dependen de estos envíos. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que una parte considerable del dinero enviado nunca llega a los destinatarios en su totalidad, sino que queda en manos del régimen, que impone tasas de conversión abusivas y utiliza las divisas para su propio beneficio.
El control del gobierno cubano sobre las remesas
El régimen ha perfeccionado a lo largo de décadas un sistema para exprimir hasta el último centavo de las remesas. Estudios han estimado que en los últimos 30 años, Cuba ha recibido más de 50 mil millones de dólares en efectivo mediante remesas, además de una cifra similar en bienes de consumo.
Con la salida de Western Union y la sanción a Orbit S.A., el gobierno cubano se enfrenta a un obstáculo para seguir captando dólares. Sin embargo, su historial demuestra que siempre encuentra maneras de burlar las sanciones y crear nuevos mecanismos de extracción de divisas, ya sea a través de intermediarios internacionales o con la creación de nuevas entidades controladas por GAESA.