El influencer cubano Alexander Otaola ha encendido las alarmas al revelar que las autoridades estadounidenses están investigando entre 42,000 y 47,000 casos de asilo político presuntamente fraudulentos, presentados por ciudadanos cubanos en los últimos cuatro años.
EE.UU. revisa solicitudes de asilo con lupa
Durante su programa Hola Ota-Ola del 7 de febrero, el presentador aseguró que estos casos están siendo analizados para detectar irregularidades en la documentación y evaluar si los beneficiarios han viajado recientemente a Cuba, lo que podría poner en entredicho la legitimidad de sus solicitudes.
«Son casos de cubanos recién llegados y de los últimos cuatro años que están bajo revisión porque las autoridades buscan documentos fraudulentos y beneficiarios de asilo que han regresado a Cuba recientemente», explicó Otaola en su transmisión.
El debate sobre el uso del asilo político
Este tema ha sido motivo de controversia dentro del exilio cubano. Muchos han denunciado que algunos migrantes utilizan el asilo como una vía para establecerse en EE.UU., pero una vez que obtienen la residencia, regresan a la isla de vacaciones, contradiciendo su supuesto temor a la persecución política.
Otaola, fiel a su estilo, lanzó una advertencia directa: «Mis queridos hermanos, cuando comience la recogida, no quiero llanto. ¿OK? Recuerden que cada acción tiene su consecuencia». Con estas palabras, dejó claro que quienes hayan abusado del sistema podrían enfrentar consecuencias serias.
¿Cubanos con asilo podrían quedar varados?
El influencer también envió un mensaje a aquellos que tienen estatus de asilados y están considerando viajar a Cuba: «Posiblemente no puedan regresar». Esto se debe a que las autoridades podrían interpretar estos viajes como una prueba de que no enfrentaban peligro real en su país de origen, debilitando así su caso de asilo y exponiéndolos a la pérdida de su estatus migratorio.
Deportaciones y un centro de detención en Guantánamo
El anuncio de estas investigaciones coincide con la llegada de los primeros grupos de inmigrantes deportados a la base naval de Guantánamo, como parte de la política de deportación impulsada en su momento por la administración de Donald Trump.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, reforzó esta línea afirmando que «el presidente Trump ha sido muy claro: la bahía de Guantánamo albergará a los peores de los peores». En este contexto, se está construyendo un nuevo centro de detención con capacidad para 30,000 personas.
Mientras tanto, la comunidad cubana en EE.UU. sigue con preocupación el desarrollo de estas investigaciones y las posibles repercusiones que podrían afectar a miles de migrantes.