La vida puede dar muchas vueltas, pero algunas historias parecen sacadas de una película de drama. Este es el caso de un cubano que llegó a Estados Unidos en 1980 durante el éxodo del Mariel, pasó 40 años tras las rejas y ahora, a sus más de 60 años, sobrevive en las calles de Miami junto a su esposa ciega.
«Lo que estoy pasando es del carajo»
Su testimonio, compartido en TikTok por el usuario Conducta, ha conmovido a miles de personas. Con lágrimas en los ojos, este hombre reconoce que la vida no ha sido fácil para él.
«Lo que estoy pasando es del carajo», dice con una mezcla de tristeza y frustración.
Tras su llegada a Estados Unidos, fue encarcelado a los 25 años, condenado a 38 años de prisión y, debido a complicaciones en la cárcel, no pudo salir hasta 2021. Hoy, con una libertad que le llegó demasiado tarde, enfrenta un nuevo reto: sobrevivir sin un techo, sin un trabajo y sin un rumbo claro.
Una vida en la calle junto a su esposa ciega
Su situación se vuelve aún más desgarradora al saber que no está solo en su sufrimiento. Su esposa, una mujer puertorriqueña que padece cataratas y casi no puede ver, lo acompaña en esta dura realidad.
A pesar de que existen shelters (refugios para personas sin hogar) en Miami, él se rehúsa a ir. Pasar cuatro décadas privado de libertad ha hecho que rechace los espacios cerrados, y prefiere la incertidumbre de las calles antes que regresar a un entorno que le recuerde a la prisión.
Mientras tanto, ambos dependen de la caridad de desconocidos para comer y sobrevivir día a día.
Un deseo: volver a trabajar y salir adelante
A pesar de las dificultades, este marielito no ha perdido la esperanza. Su mayor deseo es conseguir un trabajo y salir adelante, recuperar al menos una parte de la vida que perdió tras las rejas y demostrar que aún puede luchar por un futuro mejor.
Su historia es un claro recordatorio de que, incluso en un país lleno de oportunidades, una mala decisión puede marcar para siempre el destino de una persona.