La historia de Damir Ortiz, un niño cubano de 9 años que lucha contra un tumor en el ojo derecho, ha conmovido a miles de personas dentro y fuera de la isla. Su estado de salud se deteriora rápidamente, pero su madre enfrenta una barrera burocrática que impide que reciba el tratamiento que podría salvarle la vida.
Un sistema de salud sin respuestas
Cuba presume de su sistema de salud, pero la realidad de Damir cuenta otra historia. En la isla no existen los recursos necesarios para tratar su enfermedad, y su madre, Eliannis Ramírez, ha intentado por todos los medios conseguir la carta del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) que le permitiría gestionar una visa humanitaria para recibir atención en el extranjero.
Hasta ahora, la respuesta ha sido negativa.
Una esperanza en Miami
A pesar de los obstáculos, un hospital en Miami ha aceptado brindarle tratamiento, lo que podría representar una oportunidad para mejorar su calidad de vida. Sin embargo, los costos médicos y de traslado ascienden a 40 mil dólares, por lo que su familia ha lanzado una campaña en GoFundMe para recaudar fondos.
Una cita clave en la Embajada de EE.UU.
Este jueves 6 de febrero, Eliannis ha sido citada en la Embajada de Estados Unidos en Cuba con la esperanza de encontrar una solución para su hijo. La comunidad cubana dentro y fuera del país sigue de cerca el caso, exigiendo que Damir tenga la oportunidad de recibir el tratamiento que necesita urgentemente.
Un patrón de indiferencia
El caso de Damir recuerda el de Amanda Lemus Ortiz, otra niña cubana cuya familia también tuvo que enfrentar la negativa del MINSAP para obtener la carta que permitiría su tratamiento en el extranjero. Solo después de una fuerte campaña en redes y presión mediática, el régimen cedió y permitió su salida hacia España.
Mientras tanto, Damir sigue esperando, enfrentando cada día con dolor y pérdida de visión, mientras su madre libra una batalla contra un sistema que parece haberle dado la espalda.