Fernando David Conde Fernández, conocido como el «Príncipe del Piano», vivió momentos de gloria que, lamentablemente, parecen haber quedado atrás. En los últimos tiempos, se le ha visto deambulando por las calles de Guanabacoa, pidiendo comida, dinero y algo para fumar. Un joven que compartió imágenes de Fernando mencionó que lo ha ayudado en varias ocasiones, ofreciéndole alimento y apoyo.
Lo más doloroso de esta situación es que, en su momento de auge, muchas personas de diferentes lugares le brindaron su apoyo para que saliera adelante. Sin embargo, su exesposa, quien llevaba mucho tiempo sin ocuparse de él, junto a su hija, comenzaron a manipularlo y aprovecharse de su situación.
Hoy, Fernando se encuentra en una situación similar a la de sus inicios; sus días de esplendor han quedado atrás, y su futuro es incierto.
En enero de 2024, el humorista cubano Limay Blanco y «El Hombre de Hierro» visitaron a Fernando en Guanabacoa con el objetivo de proporcionarle ayuda. Esta iniciativa buscaba mejorar las condiciones de vida del talentoso pianista, quien se había viralizado en redes por su habilidad musical.
Gracias a la solidaridad de la comunidad cubana, se realizaron esfuerzos para remodelar su hogar, proporcionándole una nueva cama, muebles y electrodomésticos, además de un piano nuevo.
A pesar de estas ayudas, la situación de Fernando volvió a deteriorarse, evidenciando la complejidad de su entorno personal y las influencias negativas que lo rodean.
Es una realidad triste para alguien que, en su momento, fue símbolo de talento y superación. La historia de Fernando nos recuerda la importancia de un apoyo continuo y genuino, y de proteger a nuestros talentos de influencias que puedan perjudicarlos.