Este fin de semana, la Base Naval de Estados Unidos en Guantánamo recibió a unos 200 soldados y marines, lo que ha encendido las alarmas sobre un posible envío masivo de inmigrantes deportados a este territorio. La pregunta que muchos se hacen es: ¿quiénes serán los indocumentados que el presidente Donald Trump planea enviar al oriente cubano?
El Departamento de Defensa (DHS, por sus siglas en inglés) confirmó la llegada de estos marines para ampliar el Centro de Operaciones de Migrantes en la base naval. Esto ocurre poco después de que Trump firmara una orden ejecutiva para expulsar a delincuentes arrestados por el Departamento de Inmigración y Control de Aduanas hacia Guantánamo. Según el memorando, los secretarios de Defensa y Seguridad Nacional deben tomar “todas las medidas apropiadas” para maximizar la capacidad del centro migratorio.
Trump y su visión de Guantánamo como “solución” para criminales extranjeros
En palabras del propio Trump, Guantánamo cuenta con 30 mil camas para albergar a los “peores criminales extranjeros que amenazan al pueblo estadounidense”. El mandatario republicano fue claro al afirmar que algunos de estos individuos son “tan malos que ni siquiera confiamos en que los países los retengan”. Por eso, su plan es enviarlos a Guantánamo, un lugar que, según él, es la mejor opción para mantenerlos lejos de suelo estadounidense.
Esto significa que la base podría recibir a 30 mil inmigrantes con historial delictivo, muchos de los cuales no han podido ser deportados porque sus países de origen se niegan a aceptarlos. Wilfredo Cancio, un periodista cubano especializado en temas migratorios, mencionó en Café Fuerte que entre los posibles deportados podrían estar “algunos de los 42.084 cubanos con orden final de deportación”, a quienes el gobierno de La Habana se ha negado a recibir.
¿Quiénes serían los deportados a Guantánamo?
Una fuente de la administración Trump reveló que la prioridad serán aquellos inmigrantes que han sido “difíciles de deportar” a sus países de origen. Tom Homan, conocido como el “zar de la frontera”, describió a los posibles residentes del centro de migrantes como “lo peor de lo peor”. Este centro, que depende totalmente de suministros aéreos y marítimos desde Estados Unidos, está siendo preparado para recibir a miles.
Según el periodista cubano Mario Pentón, ya comenzó la construcción de un enorme campamento de tiendas de campaña para albergar a los deportados. Este proyecto representa “el cambio más drástico en Guantánamo desde que el Pentágono abrió la prisión tras los ataques del 11 de septiembre de 2001”. Pentón detalló que se han instalado 50 tiendas de campaña verdes dentro de un área cercada, y se espera que la base multiplique por diez su población con la llegada de personal militar adicional.
Instalaciones y preocupaciones logísticas
Además de las tiendas de campaña, se ha mencionado la posibilidad de utilizar las instalaciones penitenciarias donde actualmente hay 15 presos con antecedentes terroristas. Estos espacios podrían ser destinados a migrantes considerados “peligrosos”. Incluso, algunos deportados podrían ser enviados a un área conocida como “el campo de golf”, cerca del McDonald’s de la base y de viviendas familiares.
Sin embargo, no todo es tan sencillo. Altos mandos militares han expresado su preocupación por los gastos adicionales relacionados con los controles migratorios, que podrían ascender a cientos de millones de dólares este año fiscal. Kristi Noem, secretaria del DHS, adelantó que el gobierno buscará financiamiento a través de proyectos legislativos de emergencia.
Guantánamo: Un enclave histórico y polémico
Ubicada en el sureste de Cuba, la Base Naval de Guantánamo ocupa un terreno de 117 kilómetros cuadrados y ha estado bajo jurisdicción estadounidense desde 1903, cuando Washington obtuvo su arrendamiento perpetuo tras la guerra hispano-estadounidense. Este enclave ha sido fuente de tensiones entre Estados Unidos y Cuba desde 1959, cuando el gobierno de Fidel Castro comenzó a exigir su devolución, argumentando que el arriendo fue impuesto bajo coerción y es inválido según el derecho internacional.
Guantánamo no es ajena a la polémica migratoria. En los años noventa, albergó a unos 35 mil migrantes cubanos y haitianos en carpas. Luego, a partir de 2002, durante la guerra contra el terrorismo, llegó a tener 780 prisioneros en su cárcel. Ahora, parece que está a punto de convertirse nuevamente en un epicentro de la política migratoria de Estados Unidos.
¿Qué sigue?
Con las instalaciones listas en una semana, se espera que los primeros vuelos de inmigrantes lleguen en los próximos días. Mientras tanto, las preguntas sobre el costo, la logística y las implicaciones humanitarias de este plan siguen en el aire. Lo que está claro es que Guantánamo, un lugar que ya carga con un pasado complicado, podría estar a punto de escribir un nuevo capítulo en su historia.
¿Será esta la solución que Trump busca, o simplemente otro problema añadido a una base que ya tiene demasiados? El tiempo lo dirá, pero por ahora, Guantánamo vuelve a estar en el ojo del huracán.
