La crisis alimentaria en Cuba ha alcanzado un nuevo nivel de indignación. Las autoridades de Las Tunas han prometido actuar con «rigurosidad» contra los responsables de adulterar con agua la leche destinada a los niños de cero a siete años. Un hecho que no solo pone en riesgo la salud de los pequeños, sino que además destapa, una vez más, la falta de control y la corrupción dentro del sistema estatal de distribución de alimentos.
Descubren leche adulterada y los responsables intentan borrar la evidencia
Según informó la vocera del régimen Katy Baez en Facebook, en un reciente operativo se detectaron graves violaciones en la calidad de la leche transportada a los puntos de distribución. La situación se volvió aún más alarmante cuando los responsables, al ser descubiertos por agentes del Ministerio del Interior (MININT), intentaron deshacerse de la evidencia, derramando la leche adulterada en plena carretera entre Los Pinos y Becerra.
Este caso ha reavivado la indignación en redes sociales, pues muchos cubanos han denunciado en múltiples ocasiones el deterioro del sistema de distribución de alimentos en el país. La adulteración de productos básicos no es un hecho aislado, sino una práctica común en un sistema marcado por el desabastecimiento, la corrupción y la falta de control.
Leche infantil: un lujo en la Cuba de hoy
A pesar de los discursos oficiales sobre la protección de la infancia, la realidad es que garantizar la leche para los niños se ha convertido en una odisea para las familias cubanas. El desabastecimiento ha hecho que este alimento esencial sea difícil de conseguir, y cuando aparece, a menudo es a precios prohibitivos o en mercados en dólares a los que la mayoría no tiene acceso.
Las autoridades del Partido Comunista y del gobierno en Las Tunas han asegurado que aplicarán «medidas drásticas» contra los implicados, pero no han dado detalles sobre las sanciones ni sobre acciones concretas para evitar que esto vuelva a ocurrir.
Mientras la leche escasea, reaparece en tiendas en dólares
La indignación creció en diciembre, cuando el Ministerio del Comercio Interior (MINCIN) anunció que no podía garantizar la leche en polvo para todos los niños en la canasta familiar normada. Como «solución», en algunas provincias los menores recibirían un kilogramo de mezcla de chocolate para desayuno, lo que provocó fuertes críticas y cuestionamientos sobre las prioridades del gobierno.
El escándalo se avivó cuando reapareció leche en polvo en supermercados dolarizados en La Habana, específicamente en la polémica tienda de 3ra y 70 en Miramar. Allí, los clientes reportaron la venta del producto a precios elevados y en circunstancias cuestionables, como el dudoso reenvasado del mismo.
Cuba y la crisis alimentaria: ¿qué nos espera?
La producción de alimentos en Cuba se desplomó en 2023, según datos oficiales del Anuario Estadístico de Cuba 2023. Productos esenciales como carne de cerdo, arroz, viandas, huevos, leche de vaca y frijoles han sufrido caídas alarmantes, dejando a la población en una situación de inseguridad alimentaria sin precedentes.
En este contexto, el fraude con la leche infantil no solo es un reflejo de la crisis, sino un golpe más a la ya debilitada confianza de los cubanos en el sistema. ¿Qué medidas tomará el gobierno? ¿Realmente habrá castigos o todo quedará en promesas vacías?
Lo que sí es seguro es que, en la Cuba de hoy, hasta la leche para los niños se ha convertido en un privilegio y no en un derecho garantizado.
