Si eres cubano y has emigrado a Estados Unidos, seguro que en algún momento has sentido que la comida aquí «no sabe a nada». Esta es precisamente la experiencia de una madre cubana recién llegada, quien, según su hija, está pasando por un verdadero «trauma» gastronómico. Pero, ¿es solo un tema de costumbre o realmente hay algo diferente en los alimentos de EE. UU.?
«Le echo de todo y no me sabe a nada»
Melissa, una creadora de contenido en TikTok (@meloncitalafaraonayeyeo), compartió un video donde cuenta cómo su mamá está lidiando con este choque culinario. En Cuba, dice Melissa, se cocinaba con lo que hubiera y aun así todo sabía bien, mientras que en Estados Unidos, aunque le pongas todos los condimentos del mundo, la comida sigue sin sabor.
«Aquí tú cocinas un bistec y no te huele a nada. Si no le echas sazón, no te sabe a nada, es como si estuvieras comiendo un pedazo de carne descongelada 20 veces», comenta. Y, por supuesto, remata con la clave del sabor cubano: «Si no le echas mantequita de puerco, menos que menos, mi amor».
¿Por qué pasa esto?
El video desató un intenso debate entre los cubanos en el extranjero. Algunos argumentan que la comida en Cuba es más natural y menos procesada:
- “Es que en Cuba la comida es orgánica, aquí todo es muy procesado”.
- “Yo llevo ocho años acá y todavía la carne de puerco no sabe igual”.
- “En Cuba comíamos con hambre, y con cualquier cosa sabía rico”.
Otros creen que el problema es la técnica de preparación:
- “En Cuba teníamos tiempo para cocinar a fuego lento, aquí todo es rápido”.
- “Si compras carne fresca y usas sazón natural, la comida te queda espectacular”.
Por otro lado, hay quienes no sienten ninguna diferencia y piensan que todo es cuestión de adaptación:
- “A mí todo me sabe igual, yo nunca pasé por eso”.
- “Yo cocino con sal y pimienta, y todo me queda riquísimo”.
¿Nos acostumbramos o es una realidad?
Muchos cubanos recién llegados a EE. UU. coinciden en que al principio todo les parece insípido, pero con el tiempo van encontrando la manera de darle sabor a los platos. Algunos descubren nuevos condimentos, otros se adaptan a los productos locales y muchos terminan importando sazones cubanas para no perder ese toque de la isla.
Lo cierto es que, aunque los ingredientes pueden ser diferentes, el sazón y la forma de cocinar hacen una gran diferencia. Y tú, ¿te ha pasado lo mismo? ¿Crees que la comida en EE. UU. no sabe igual o es solo cuestión de acostumbrarse? ¡Cuéntanos tu experiencia en los comentarios!
