El congresista republicano por Florida, Carlos A. Giménez, envió un contundente mensaje al gobernante cubano Miguel Díaz-Canel a través de sus redes sociales. La advertencia llegó después de que Díaz-Canel respaldara públicamente la confrontación del presidente colombiano, Gustavo Petro, con el expresidente estadounidense Donald Trump.
«Dictador puesto a dedo, no se preocupe tanto por Colombia, que lo que les viene arriba a ustedes es de proporciones bíblicas», expresó Giménez, dejando claro que el futuro del régimen cubano podría estar marcado por serias dificultades. Este pronóstico se alinea con las recientes declaraciones de la administración Trump, encabezada por el secretario de Estado Marco Rubio, quien ha prometido endurecer las medidas contra el gobierno cubano.
Un contexto de tensiones crecientes
Las palabras de Giménez llegan en un momento de alta tensión entre Estados Unidos y Cuba, especialmente tras la decisión de la administración Trump de incluir nuevamente a la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo. Este movimiento ha reavivado viejas fricciones y ha puesto a Cuba en el centro del debate político en Washington.
Giménez, junto con otros congresistas cubanoamericanos como Mario Díaz-Balart y María Elvira Salazar, ha sido un crítico constante del régimen de La Habana, denunciando repetidamente las violaciones de derechos humanos que ocurren en la isla. En sus declaraciones, Giménez ha enfatizado su esperanza de que un segundo mandato de Trump sea el empujón necesario para desmantelar el comunismo en Cuba.
«Mano dura» contra el régimen cubano
El congresista no se quedó corto en sus advertencias. Según Giménez, el enfoque de la administración Trump hacia Colombia será «apenas un tirón de orejas» comparado con la política exterior que tiene planeada contra Cuba. Esto sugiere que, de continuar el liderazgo republicano, la presión sobre el régimen de Díaz-Canel aumentará significativamente.
Estas palabras se suman a una serie de pronunciamientos de políticos cubanoamericanos que buscan poner a Cuba en el foco de atención, aumentando la presión para promover cambios significativos en la isla.