Los últimos datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) muestran una inflación interanual del 24,88 % en 2024, la más baja en años. Aunque esta cifra podría sonar alentadora a primera vista, la realidad económica de los cubanos cuenta una historia distinta. Los aumentos en alimentos, transporte y servicios esenciales mantienen la presión sobre los hogares.
Sectores más afectados: alimentos, transporte y servicios
Según Cubadebate, las categorías con mayores incrementos interanuales fueron:
- Bebidas alcohólicas y tabaco: 67,24 %.
- Restaurantes y hoteles: 29,04 %.
- Alimentos y bebidas no alcohólicas: 28,15 %.
- Transporte: 24,58 %.
Estos aumentos golpean directamente al bolsillo de las familias, muchas de las cuales enfrentan dificultades para acceder a productos básicos como leche, huevos, azúcar e incluso pan.
Por otro lado, sectores como salud (0,85 %) y comunicaciones (0,67 %) registraron aumentos más modestos, pero no dejan de reflejar las limitaciones en servicios esenciales.
Crisis estructural: escasez y apagones
La escasez de productos básicos, medicamentos y combustible, sumada a los prolongados apagones, sigue deteriorando la calidad de vida. Aunque las cifras oficiales muestran cierta mejoría, la percepción general es que la inflación real supera ampliamente los datos reportados debido a la fuerte dependencia del mercado negro.
El mercado informal ofrece una mayor variedad de productos, pero los precios son exorbitantes. Además, el cálculo del Índice de Precios al Consumo (IPC) se basa en datos de 2010, lo que genera dudas sobre su precisión en el contexto actual.
Medidas insuficientes: ¿control o maquillaje económico?
El gobierno ha intentado implementar medidas como topes de precios en ciertos productos. Sin embargo, estas regulaciones suelen ser incumplidas, y los precios en el mercado informal se mantienen en constante fluctuación.
El ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez, calificó la reducción de la inflación como un “síntoma positivo” en el ordenamiento macroeconómico. Según él, la estabilización de indicadores como la circulación monetaria y el déficit fiscal son resultados de las inspecciones y los controles implementados. A pesar de esto, el propio funcionario admitió que los efectos son insuficientes para aliviar los altos precios.
Una economía dolarizada y desigual
La dolarización parcial de sectores esenciales, junto con la falta de control sobre el desabastecimiento, sigue agravando la presión económica sobre los hogares. Mientras tanto, las familias deben lidiar con altos costos de vida y un acceso limitado a servicios básicos.