El trágico suceso ocurrido en el almacén militar de Melones, en el municipio de Rafael Freyre, Holguín, continúa generando polémica. Según exmilitares cubanos, la posible presencia de materiales químicos almacenados y la ausencia de protocolos de seguridad podrían estar entre las causas principales de las explosiones, que dejaron un saldo de 13 fallecidos, incluidos nueve jóvenes del Servicio Militar Obligatorio.
Testimonios de exmilitares: ¿qué pudo provocar el desastre?
Máximo Omar Ruiz Matoses, exteniente coronel cubano exiliado en España y presidente del grupo independiente Militares Objetores de Conciencia, declaró a Martí Noticias que el lugar era un conocido almacén del Ejército Oriental en los años 80. Según él, es posible que aún se resguarde armamento químico en la zona.
“Antes era un polvorín de las FAR donde se acumulaba desde material pirotécnico hasta tanques. Si hay municiones viejas, explotan por empatía y eso se termina rápido, pero el sigilo indica que podría haber algo más peligroso, como armamento químico”, explicó Ruiz Matoses.
Otro exmilitar, Ángel Madrazo, actualmente residente en Texas, coincidió en que la mala manipulación y la falta de medidas de seguridad podrían haber sido determinantes. “Nunca se respetaron los protocolos. La gente jugaba con explosivos como TNT y rocamonita. Por el color del humo, pienso que había químicos involucrados”, comentó.
¿Qué dice la versión oficial?
El Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR) emitió un escueto comunicado atribuyendo la tragedia a un cortocircuito eléctrico dentro de la instalación. Sin embargo, esta explicación ha sido ampliamente cuestionada, especialmente por los antecedentes de negligencia en la gestión de estos espacios.
El manejo de la información: una estrategia de encubrimiento
El régimen cubano tardó una semana en confirmar la muerte de los desaparecidos, generando indignación y especulaciones. Durante ese tiempo, las autoridades evitaron declaraciones públicas, una estrategia que el abogado Eloy Viera criticó duramente en su artículo publicado en El Toque.
Según Viera, el gobierno utilizó el silencio mediático para desviar la atención hacia otros eventos, como la liberación de presos políticos y la exclusión de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo. “No hubo labores de búsqueda reales, solo una espera calculada para minimizar el impacto mediático y desviar críticas”, señaló el abogado.