Apenas dos semanas después de la trágica explosión en un almacén de municiones en Melones, Holguín, que cobró la vida de 13 militares, las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) pusieron en marcha el Ejercicio Estratégico Bastión 2024. Este evento anual, que busca demostrar la preparación defensiva del país, dejó en evidencia, una vez más, la obsolescencia de los recursos militares del régimen cubano.
Desde el discurso inaugural de Miguel Díaz-Canel, avalado con la aprobación simbólica del nonagenario general Raúl Castro, hasta la conclusión de las maniobras, la prensa oficialista dejó un desfile de imágenes insólitas que, en lugar de inspirar respeto, despertaron burlas y críticas en redes sociales.
Un espectáculo que intenta sostener un régimen en crisis
El gobierno cubano, liderado por Díaz-Canel, continúa apostando por la doctrina de “la guerra de todo el pueblo” como una herramienta propagandística. Sin embargo, esta estrategia parece más un intento por distraer al pueblo en medio de la peor crisis económica del país, que un esfuerzo genuino por preparar al país para su defensa.
Las imágenes de los líderes del régimen, enfundados en uniformes verde olivo y mostrando signos evidentes de cansancio, contrastan con su retórica beligerante. Según expertos, más que prepararse para enfrentar amenazas externas, este tipo de eventos parecen diseñados para perpetuar un régimen que prioriza la apariencia sobre la eficacia.
Entre la propaganda y la ironía
Un ejemplo destacado de este ejercicio fue un reportaje del Noticiero Nacional de Televisión titulado “Producción y resguardo de alimentos en Bastión 2024”. La trama de este segmento dramatizado mostraba cómo las FAR desplegaron un operativo para evitar que tres “enemigos” robaran un racimo de plátanos y sacrificaran una vaca en una unidad agrícola del ejército.
El despliegue incluyó torres de vigilancia, drones y campesinos armados con trabucos, en un espectáculo que intentaba mezclar modernidad con tradición, pero que terminó por parecer una escena sacada de una comedia absurda.
Cuando las “tropas especiales” protagonizan el desastre
Otra escena que causó furor en redes sociales fue el intento de una escuadra de tropas especiales por asaltar un edificio universitario. En el video captado por espectadores, se ve cómo un soldado, al intentar descender en rapel desde la azotea, pierde el control y termina golpeándose contra la pared del edificio antes de caer al suelo.
Este incidente, que debería haber sido un ejemplo de estrategia militar, se convirtió en un símbolo de la precariedad de los entrenamientos y equipos, más apto para memes que para inspirar confianza en las capacidades defensivas del país.
Tecnología del pasado para enfrentar desafíos actuales
El cierre del Bastión 2024 presentó un desfile de tecnología militar que, lejos de impresionar, evidenció la brecha tecnológica de las FAR. Aviones como el Aero L-39 Albatros, fabricados en la década de 1980 en la antigua Checoslovaquia, fueron presentados como logros en la defensa aérea, mientras los tanques y lanzacohetes exhibidos parecían reliquias de la Guerra Fría.
El Ejercicio Estratégico Bastión 2024 dejó claro que la maquinaria militar cubana está atrapada en el pasado, al igual que la narrativa del régimen. Más allá de sus intenciones, lo que quedó en evidencia fue un intento fallido de demostrar fortaleza, que terminó generando críticas y risas en igual medida.