Una joven cubana, practicante de la santería, ha encendido el debate en redes sociales con un video que compartió en su cuenta de TikTok, @yansa_teresa_. En la publicación, critica los altos precios que algunos santeros cobran en Estados Unidos por ceremonias religiosas, calificando esta práctica como un “abuso” y recordando que la santería debe mantenerse enraizada en los valores de humildad y accesibilidad.
«El santo es humildad, no un negocio»
En el video, la santera explica que, aunque actualmente reside en Estados Unidos, realiza las ceremonias en Cuba, donde los costos son considerablemente más bajos. Según sus palabras: “Los santos que yo hago no los hago aquí en Estados Unidos, los hago en Cuba. Pero mientras muchas personas cobran 10 mil dólares, yo no llego ni remotamente a ese precio.”
Para ella, los precios exorbitantes contradicen los principios fundamentales de la santería, una religión que, asegura, está guiada por la humildad y el servicio desinteresado.
Un mensaje directo a otros santeros
La joven no solo expuso su postura, sino que también envió un mensaje a los santeros que operan en Estados Unidos: “Aprendan que el santo es humildad y que se hace con lo mínimo. Es verdad que las cosas han subido, pero no para los precios que están metiendo.”
Sus palabras han generado una fuerte respuesta en TikTok, dividiendo opiniones entre los seguidores y practicantes de esta tradición espiritual.
Opiniones encontradas: espiritualidad versus economía
Mientras algunos usuarios aplaudieron la valentía de la joven al abordar este tema, señalando que “la espiritualidad no debería ser un negocio”, otros argumentaron que los costos elevados también tienen justificación. Según estos, factores como el aumento en los precios de materiales y la logística necesaria en Estados Unidos son razones válidas para los precios altos.
Este debate pone sobre la mesa una pregunta crucial: ¿cómo equilibrar la esencia espiritual de la santería con las realidades económicas de quienes la practican fuera de Cuba?
¿Qué opinas sobre este tema? ¿Es posible mantener la espiritualidad intacta en un entorno económico tan complejo? Déjanos tu opinión en los comentarios.