Félix Savón Fabré, tricampeón olímpico y hexacampeón mundial, es un nombre que evoca orgullo y nostalgia en el deporte cubano. Sin embargo, desde finales de 2024, el mítico pugilista disfruta de libertad condicional tras cumplir seis años de condena en un centro penitenciario cercano a La Habana. La razón de su encarcelamiento, un delito sexual contra un menor, nunca fue divulgada oficialmente, pero el caso trascendió los muros del secretismo gubernamental y se convirtió en noticia dentro y fuera de la isla.
El Silencio que Rodeó su Juicio
El proceso legal de Savón permaneció envuelto en misterio. No se conoce dónde ni cuándo fue juzgado, ni quiénes asumieron su defensa. Un ex boxeador de la preselección nacional, que prefirió el anonimato, comentó: “Le quedaban como dos años, pero se le ve grogui”. En el argot pugilístico, grogui describe a alguien aturdido, un estado que bien podría reflejar tanto golpes en el ring como en la vida.
No está claro si su libertad condicional fue concedida por buena conducta, tras cumplir más de la mitad de la pena, o por problemas de salud. Sin embargo, la noticia comenzó a correr cuando fotos familiares en redes sociales lo mostraron disfrutando de las fiestas navideñas junto a sus seres queridos.
De Ídolo Deportivo a Figura Controvertida
Savón no era solo un campeón, sino un símbolo. Después de Teófilo Stevenson, fue el boxeador más admirado por Fidel Castro. Su retiro, tras su tercer oro olímpico en Sídney 2000, marcó el fin de una era gloriosa para el boxeo cubano. Desde entonces, el guantanamero incursionó en el arte, exponiendo sus collages en galerías habaneras. Se desconoce si mantuvo esta pasión mientras estaba en prisión, pero su legado artístico quedó registrado en colecciones que mezclaban fotografías de su carrera con trazos al óleo.
Una Carrera Brillante con Sombra de Polémicas
Los logros de Savón son incuestionables. Campeón olímpico en Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Sídney 2000, su nombre figura junto a gigantes como Stevenson y el húngaro László Papp. También conquistó seis títulos mundiales consecutivos, dejando huella en ciudades como Moscú, Berlín y Budapest.
Sin embargo, su carrera no estuvo exenta de controversias. En el Mundial de 1999, perdió el título tras una retirada ordenada desde La Habana, en protesta por decisiones arbitrales. Este episodio no borró su grandeza, pero marcó un capítulo que combinó deporte y política, un binomio inseparable en la Cuba de aquella época.
El Peso de los Números y de las Decisiones
Con 342 victorias y apenas 17 derrotas en 20 años de carrera, Savón enfrentó a grandes nombres del boxeo mundial, incluidos campeones como Ray Mercer y Shannon Briggs. Pero su vida dio un giro inesperado cuando se vio implicado en un delito que nubló su legado.
La historia de Félix Savón es un recordatorio de cómo los héroes también pueden caer. Su nombre quedará inscrito en la historia del deporte, pero también en las páginas de un relato que nos invita a reflexionar sobre las complejidades de la condición humana.