Baby Lores, el famoso cantante cubano, está en el centro de la polémica tras su reciente visita a Cuba. Aunque su viaje tuvo como motivo principal visitar a su abuela enferma, las críticas no se hicieron esperar. Sin embargo, el artista dejó claro que no piensa disculparse por priorizar a su familia, incluso en medio de la censura y la opresión que vivió durante su estancia.
Un reencuentro cargado de emociones
Después de seis años sin poder abrazar a su abuela, Baby Lores decidió regresar a Cuba para visitarla en el hospital. Según contó en su Instagram, este fue uno de los viajes más difíciles de su vida. Durante su estancia, aprovechó para encontrarse con su amigo Volty en el Hotel Habana Libre, donde estaban grabando una entrevista. En ella, el cantante habló sobre la libertad, la verdad y las injusticias en su país. Pero el momento fue interrumpido abruptamente por agentes de la seguridad estatal.
“No me detendrán. Denunciemos una vez más la falta de libertad. Es hora de cambiar”, escribió Baby Lores en una publicación en la que describió cómo fue incluso interceptado por la policía mientras dejaba a su amigo en su casa.
Críticas y más críticas
Las redes sociales y figuras como Alexander Otaola no tardaron en cuestionar el viaje del cantante. Otaola señaló que las consecuencias que enfrentan quienes deciden regresar a Cuba son un riesgo predecible. Además, mencionó otros casos similares, como el de Claudia Valdés, quien también fue criticada por volver al país.
A pesar de las opiniones encontradas, Baby Lores se mantuvo firme en su postura y respondió en una entrevista con Destino Tolk: “Tienes dos opciones: o desconectas completamente de tu familia, no les mandas dinero, y los dejas morir de hambre por convicción, o haces lo que algunas personas como yo decidimos hacer. Tienes que desprenderte de ese ego y orgullo.”
La familia como prioridad
Para Baby Lores, el abrazo a su abuela tiene un valor incalculable, mucho mayor que cualquier comentario negativo en redes. “Si tengo que volver, lo haré. No necesito el permiso de nadie para cuidar a mi familia”, afirmó con contundencia.
El precio de la libertad personal
Baby Lores dejó claro que, aunque las críticas siempre estarán, su familia es su mayor prioridad. En un país donde las decisiones personales están bajo constante escrutinio, su mensaje resuena fuerte: cada uno decide lo que es importante en su vida. Y para él, ese abrazo valió todo.