En un reciente episodio de su programa «Hola! Ota-Ola», el youtuber cubano Alexander Otaola desató una nueva polémica al criticar la figura de Mario Limonta, el reconocido actor cubano, tras su fallecimiento. Otaola, conocido por sus duras críticas al régimen cubano y sus simpatías por la oposición, aprovechó la muerte de Limonta para arremeter contra lo que considera un «engaño» hacia el pueblo cubano por parte de los artistas que apoyan al gobierno. A través de sus palabras, Otaola no solo cuestionó la figura de Limonta, sino que también lanzó duras críticas a la complicidad de otros artistas y figuras públicas con la dictadura cubana.
El fallecimiento de Mario Limonta y las flores del régimen
El fallecimiento de Mario Limonta, un actor muy querido en Cuba, quien interpretó a personajes emblemáticos como «Zandalio el Volao», fue un tema de conversación en todo el país. Otaola se centró en los homenajes póstumos que recibió Limonta, particularmente en las coronas de flores enviadas por altos funcionarios del gobierno cubano, incluyendo una de Raúl Castro. «Mira la de la cinta morada, es la de Raúl Castro», dijo Otaola, en un tono irónico, destacando la discrepancia entre la imagen pública del actor como un «gran artista» y su aparente complicidad con el régimen cubano.
Este tipo de gestos, según Otaola, son una muestra de cómo el sistema cubano utiliza a sus artistas para sus propios fines políticos. En su opinión, el gobierno no solo se aprovecha de estos personajes para proyectar una imagen positiva, sino que también utiliza su popularidad para manipular a la población. «Raúl Castro se la mandó como si fuese que ha muerto un oficial de la contrainteligencia», expresó, sugiriendo que el tributo a Limonta es un intento de asociar su muerte con los intereses del régimen.
La crítica a la complicidad de los artistas cubanos
A lo largo del programa, Otaola se mostró especialmente crítico con el hecho de que artistas como Limonta no solo aceptaban trabajar bajo las órdenes del gobierno, sino que, en muchos casos, se encargaban de «limpiar la imagen» del régimen. «Todo el que sabe Radio Progreso, todo el que conocía a Estelvina y a Mario Limonta, sabe que tenían… el cartel lumínico de que somos chivas…», dijo Otaola, aludiendo a la manera en que el sistema utiliza a los artistas como una especie de «sensores» para medir el nivel de disidencia en la población.
Según Otaola, estos artistas no son víctimas del sistema, como muchos creen, sino actores conscientes que han decidido colaborar con el régimen, ya sea por conveniencia o por miedo. «Ellos rápidamente daban el paso al frente para explicarle al compañero por qué estaba equivocado,» señaló el youtuber, sugiriendo que su trabajo como artistas era más bien una extensión de la propaganda del gobierno cubano.
Pánfilo y los «filtros» del régimen cubano
Un tema recurrente en las críticas de Otaola es la figura de los artistas populares como Pánfilo, interpretado por el actor cubano Luis Silva. Otaola se refiere a estos artistas como «sensores» del gobierno, ya que, según él, su popularidad y su capacidad de influencia en la sociedad cubana están controladas por los «filtros» del régimen. «¿Por qué Obama no lo vimos con José Daniel Ferrer?», cuestionó Otaola, comparando la importancia política de artistas como Pánfilo con figuras de la oposición cubana como Ferrer, quien ha luchado por los derechos humanos en Cuba.
Otaola acusa a los artistas de usar su popularidad para desviar la atención de la crítica política y, en su lugar, fomentar la conformidad entre el pueblo cubano. Según él, los mensajes de estos artistas sirven para mantener a la gente distraída, promoviendo una actitud resignada con frases como «resistan, sigan resistiendo», como si esa fuera la única forma de sobrevivir bajo el régimen. «El mensaje de Vivir del cuento resistan, sigan resistiendo… qué asco, es lo único que provocan», dijo Otaola, mostrando su repulsión por lo que él ve como una falta de integridad en la industria del entretenimiento cubana.
El «corazón abierto» para los que nunca tuvieron uno
A pesar de sus duras críticas, Otaola también hizo un llamado a la reflexión sobre la necesidad de mantener un «corazón abierto» hacia aquellos que, según él, nunca tuvieron el valor de resistir. «Tenemos que tener el corazón abierto para aquellos que nunca han tenido corazón que no sea para servirle al descaro,» expresó, sugiriendo que aunque estos artistas se han vendido al régimen, tal vez merezcan una oportunidad para cambiar.
Sin embargo, Otaola también subrayó que estos artistas, al igual que el pueblo cubano, deben asumir la responsabilidad de sus decisiones, independientemente de su estatus o popularidad. «No se puede hacer valer tus propios sentimientos, no hay que tener piedad con los cobardes,» concluyó, reafirmando su postura de que la colaboración con el régimen cubano es algo que, tarde o temprano, debe ser cuestionado.