La experiencia de un joven cubano expulsado de una playa en Guardalavaca, Holguín, refleja una realidad que muchos en la isla enfrentan: la discriminación en espacios públicos, frecuentemente priorizados para extranjeros.
El incidente en Guardalavaca
Dos cubanos que disfrutaban de un día tranquilo en la playa fueron interrumpidos por agentes de la policía, quienes les exigieron abandonar el lugar. El hecho fue registrado por una usuaria conocida en redes como La Chica de Saturno, quien compartió una fotografía en la que se ve a los oficiales conversando con los hombres, ambos vestidos con bañador y gorra.
“Resulta que ahora no puedes estar acostado en la arena porque hay extranjeros en la playa y no pueden ver las costillas que marcan el hambre que pasas”, escribió la joven, quien aseguró que los hombres no estaban molestando a nadie.
Algunos comentarios en redes sugerían que el incidente ocurrió en una parte «VIP» de la playa, reservada para turistas. Sin embargo, La Chica de Saturno negó esta afirmación, explicando que fue en la playa pública, donde no debería haber restricciones. “Ay, Cuba, cada día eres más de los que pagan por verte y menos de los que nacieron en tus tierras”, lamentó en su publicación.
Discriminación en espacios públicos: una problemática recurrente
Este no es un caso aislado. Historias similares circulan con frecuencia en redes sociales, denunciando la desigualdad que enfrentan los cubanos en su propio país. Las políticas que priorizan a los extranjeros no solo limitan el acceso a espacios públicos, sino que también humillan a los ciudadanos locales.
Un caso similar ocurrió en febrero, cuando un joven cubano relató su experiencia en el hotel Pernik, en Holguín. Al intentar encontrar un espacio tranquilo para trabajar en su laptop, fue interrogado con preguntas como: “¿Qué quiere decir con trabajar?” y “¿En qué va a trabajar?”. A pesar de estar dispuesto a consumir y pagar por el servicio, le negaron la entrada bajo el pretexto de que el lugar estaba lleno, aunque estaba vacío.
“Parece que soy peligroso para el hotel”, ironizó el joven, quien terminó trabajando en el lobby mientras esperaba autorización.
Hoteles exclusivos: otra forma de exclusión
En noviembre, el fotógrafo y youtuber cubano Yander Serra denunció que le prohibieron la entrada al hotel Capri en La Habana. Según relató, le indicaron que solo podría consumir después de los clientes extranjeros. “Esta es la Cuba para los cubanos”, escribió indignado en su cuenta de Facebook.
Historias como estas no son nuevas. En septiembre, un hombre que caminaba con sus hijos por el Vedado fue expulsado de la acera frente al hotel Grand Aston, gestionado por el consorcio militar GAESA. El guardia de seguridad les pidió que se retiraran, a pesar de que estaban en una vía pública. “La acera no es del hotel, es de Cuba”, reclamó el hombre en redes sociales.
¿Qué hay detrás de estas políticas?
La priorización de los turistas en Cuba, especialmente en hoteles y playas, forma parte de una estrategia económica que busca captar divisas. Sin embargo, estas políticas han generado un sentimiento de exclusión entre los ciudadanos cubanos, quienes muchas veces no pueden acceder a espacios que, en teoría, deberían ser para todos.