Tras asumir el cargo de presidente de Estados Unidos, Donald Trump no perdió tiempo en dejar clara su postura sobre las relaciones con América Latina. En su primera jornada como mandatario, mientras firmaba una serie de órdenes ejecutivas en la Oficina Oval, lanzó un mensaje que no dejó lugar a interpretaciones: Estados Unidos no necesita a la región tanto como esta lo necesita a él.
«Todo el mundo nos necesita»
En respuesta a una corresponsal brasileña que lo interrogó sobre las relaciones con América Latina y Brasil, Trump aseguró que estas «deberían ser excelentes». Sin embargo, no tardó en agregar: «Ellos nos necesitan mucho más que nosotros a ellos. Nosotros no los necesitamos a ellos. Todo el mundo nos necesita».
Este comentario, directo y arrogante, no tardó en resonar en la región, apagando las expectativas de quienes pensaban que su administración buscaría fortalecer los lazos con los países latinoamericanos.
Amistades estratégicas, pero con reservas
A pesar de sus palabras, Trump ha cultivado relaciones amistosas con varios mandatarios de América Latina, muchos de los cuales asistieron a su investidura. Entre ellos destacan Javier Milei (Argentina), Daniel Noboa (Ecuador), Nayib Bukele (El Salvador) y Edmundo González Urrutia, reconocido por Estados Unidos como presidente electo de Venezuela.
Desde Argentina, se restó importancia a las declaraciones de Trump. Voceros del gobierno de Milei indicaron que «la relación entre ambos líderes trasciende esos comentarios», mostrando confianza en la fortaleza del vínculo bilateral.
México en la mira
Uno de los primeros decretos de Trump fue declarar el estado de emergencia en la frontera con México, prometiendo la expulsión de «millones y millones» de inmigrantes ilegales, en su mayoría provenientes de México, Haití y otras naciones latinoamericanas. Este enfoque marcó una línea dura hacia la región que no debería sorprender, considerando las promesas de campaña del mandatario.
La sombra de China y Rusia en la región
Mientras Trump endurece su postura hacia América Latina, China y Rusia han fortalecido su presencia en la región durante la última década. Desde la financiación de megaproyectos de infraestructura, como puertos de aguas profundas, hasta alianzas de seguridad con estados autoritarios como Cuba, Nicaragua y Venezuela, ambas potencias han aprovechado los vacíos dejados por Estados Unidos.
Política exterior y declaraciones polémicas
Con Marco Rubio, una figura clave en la política hacia América Latina, confirmado como Secretario de Estado, algunos esperaban un enfoque más definido hacia la región. Sin embargo, Trump no ayudó a disipar las tensiones cuando el lunes repitió afirmaciones falsas sobre el Canal de Panamá, asegurando que está controlado por China y sugiriendo que podría recuperar el viaducto.
Además, dejó abierta la posibilidad de utilizar al ejército estadounidense contra los cárteles de la droga mexicanos, un comentario que alimenta aún más la distancia entre Washington y sus vecinos del sur.