El mercado informal cubano está alcanzando cifras nunca vistas. Una cajetilla de cigarros como el Popular Auténtico o el H.Upmann puede costar hasta 1,500 pesos cubanos, lo que equivale al 71% del salario mínimo en la isla (2,100 CUP). Para ponerlo en perspectiva, esto representa un gasto de 12.5 USD al cambio oficial (120 CUP por dólar) o 4.41 USD en el mercado informal, donde la tasa ronda los 340 CUP por dólar.
¿Cómo llegamos a este punto?
Una crisis que comenzó con el ordenamiento monetario
Desde la implementación del ordenamiento monetario en 2021, la producción de cigarros ha enfrentado serios problemas. Las roturas en fábricas, la falta de materias primas y los constantes apagones han reducido drásticamente la oferta. Además, el gobierno ha priorizado la venta en las tiendas en moneda libremente convertible (MLC), dejando al mercado interno en una situación crítica.
En abril de 2024, el precio oficial de los cigarros subió considerablemente, pero la falta de disponibilidad en los puntos de venta obligó a los cubanos a recurrir al mercado negro, donde los precios son exorbitantes. Incluso se ha señalado que trabajadores de las tiendas estatales participan en este mercado informal, revendiendo directamente a privados que triplican el precio final.
Brascuba y la falta de soluciones concretas
Brascuba, la empresa responsable de la producción de cigarros en Cuba, tampoco ha ofrecido respuestas claras. En enero, Osmani Álvarez, representante de la compañía, afirmó que la producción se reactivaría después de las afectaciones provocadas por el ciclón Rafael. Sin embargo, hasta ahora, no se han visto resultados tangibles.
Mientras tanto, los cigarros, aunque no son un producto esencial, siguen siendo una necesidad para muchos cubanos. En un contexto de crisis económica sin precedentes, gastan una parte significativa de sus ingresos en algo tan efímero como el humo.
El cigarro como reflejo de una economía en crisis
El exorbitante precio de una cajetilla de cigarros no es más que otro síntoma de la profunda crisis económica que atraviesa la isla. Para los cubanos, el mercado informal se ha convertido en la única alternativa para acceder a productos que antes eran básicos, pero que ahora parecen un lujo inalcanzable.
Con un panorama donde las soluciones parecen estar siempre fuera de alcance, muchos se preguntan si la situación de los cigarros —y de tantos otros productos— mejorará algún día o si seguirán siendo un símbolo de la lucha diaria por sobrevivir en Cuba.