Poco después de asumir la presidencia, Donald Trump decidió cerrar la versión en español de la página web y las redes sociales oficiales de la Casa Blanca. Este movimiento no es nuevo para el republicano, ya que tomó una medida similar al inicio de su primer mandato en 2017.
Un mensaje claro en la web
Al intentar acceder a la versión en español del sitio, los usuarios se encuentran con un mensaje de «Página no encontrada» sobre el nuevo logotipo que busca marcar distancia con la administración previa de Joe Biden (2021-2025). Este cambio está en línea con la estrategia que Trump implementó al tomar las riendas del gobierno en su primer periodo.
La herencia digital de Obama y Biden
Durante la administración de Barack Obama (2009-2017), la versión en español de la web de la Casa Blanca funcionó perfectamente, y en 2021, Biden decidió restaurarla como parte de su compromiso con la diversidad y el acceso a la información para las comunidades hispanohablantes. Sin embargo, esta iniciativa duró hasta que Trump regresó al poder y eliminó nuevamente esta opción.
Redes sociales, también fuera del aire
La nueva administración también decidió eliminar los perfiles en redes sociales en español de la Casa Blanca. Este cambio genera interrogantes sobre el enfoque hacia la comunicación con la creciente comunidad hispana en Estados Unidos.
Un detalle que contrasta con su apoyo latino
En las elecciones pasadas, Trump recibió un apoyo histórico por parte de la comunidad latina, marcando un récord para un candidato republicano. A pesar de esto, su decisión de eliminar la versión en español de la web parece contradecir la importancia de este grupo demográfico en su éxito político.
Un cambio de estética en la Casa Blanca
Desde el lunes, cuando Trump fue investido presidente, la web de la Casa Blanca también presentó un rediseño significativo. Ahora, el sitio luce un tono azul más oscuro, con un mayor protagonismo de la imagen del mandatario y elementos militares. Este cambio simboliza una nueva era en la comunicación oficial, aunque deja fuera a un importante sector de la población que habla español.
La decisión de cerrar estos espacios digitales plantea preguntas sobre cómo la nueva administración planea relacionarse con las comunidades hispanas en el futuro. ¿Será este un paso hacia una mayor desconexión o parte de una estrategia política más amplia? El tiempo lo dirá.